Vecinos del pueblo de Carracedo da Serra salieron asustados a la calle por el ruido que acompañó al movimiento sísmico

Un temblor de 3,2 grados en la escala de Richter alarma a Riós y A Gudiña

Vista de A Gudiña.
La tierra tembló en la mañana de ayer en Riós y A Gudiña. El Instituto Geográfico Nacional registró un terremoto con una magnitud de 3,2 grados en la escala de Richter (mide la energía sísmica liberada) con epicentro en Riós.
El movimiento telúrico se dejó sentir en las localidades de Carracedo da Serra, Pentes y A Gudiña, así como en Cortegada, localidad perteneciente a Riós, e incluso en Verín, provocando alarma entre los vecinos. 'Foi mui pouco tempo, cuestión de segundos, pero movíanse todas as casas do pobo. Os cristais das ventanas batían uns contra os outros como se os golpeara unha persoa', explicó la propietaria del teléfono público de Carracedo da Serra.

El terremoto comenzó a las 08.49 horas. A esa hora llovía en Carracedo y la mayoría de los vecinos, asustados, optaron por salir a la calle ante el temor de que se derrumbase su vivienda. 'Houbo xente que non se enterou, pero os que o sentimos, levamos un bo susto, porque facía bastante ruido', añadió la dueña del teléfono público.

La situación no era para menos dado que todo el pueblo está al corriente del terremoto registrado en Japón y las muertes que ocasionó, además de los daños en propiedades privadas. El temblor se convirtió ayer en el principal tema de conversación entre el vecindario. Al alcalde de A Gudiña, Guillermo Lago, lo cogió en su casa, preparándose para acudir al Concello. 'Sentín un fuerte ruido e como se movía a casa, pero non imaxinei que se trataba de un temblor, crín que estaba pasando un tren con moita velocidade. Moita xente sí se percatou, pero eu teño que decir que non me enterei hasta que salín a calle e mo comentaron', explicó recalcando que el movimiento no había ocasionado ningún daño en propiedades privadas y públicas.

Desde el Instituto Geográfico se alertó de la situación a la Subdelegación del Gobierno y a la Guardia Civil, que acudió a la zona para cerciorarse de que el movimiento no había ocasionado daños.

Este es el segundo movimiento sísmico con epicentro en Riós en los últimos dos años. El otro fue en la mañana del día de Año Nuevo del 2010, aunque entonces sólo alcanzó una fuerza de 1,7 grados en la escala de Richter.

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