Alrededor de una hora estuvo Francisco Rodríguez repartiendo besos y abrazos a sus simpatizantes, que siguieron un pleno no exento de tensión al haberse instalado dos altavoces en la Praza Maior.

Tensión, besos y abrazos en la Praza Maior

Levántase a sesión'. Con estas tres palabras, la socialista Marga Martín se estrenaba como alcaldesa en funciones de la ciudad, en un día complicado en lo emocional para ella y para el resto de concejales socialistas afines a Francisco Rodríguez. Una jornada en la que la expectación mediática generada por la operación Pokemon llenó la zona de prensa del salón de plenos media hora antes de que hubiera empezado el pleno.
Lo extraordinario de la sesión se percibía también fuera de la consistorial: el acceso a ella era más restringido que cualquier otro día y dos altavoces permitían que las alrededor de 400 personas que acudieron a despedir a Francisco Rodríguez pudieran escuchar lo que sucedía en el salón de plenos. Los concejales, mientras, oían dentro las reacciones que sus intervenciones tenían en la plaza. Obviamente, y dado que eran simpatizantes de Francisco Rodríguez, los aplausos fueron para éste y los abucheos, para la oposición.

Lo que no podían percibir los asistentes a la Praza Maior era el reflejo de los cambios de la última semana en las sillas que ocupa cada concejal. Con el BNG fuera del gobierno, Isabel Pérez salió de la mesa presidencial, a la que se mudó el ahora segundo teniente de alcalde, el socialista Agustín Fernández. En esa misma mesa, pero a la derecha del alcalde saliente, se situaba su sucesora -al menos durante un plazo máximo de 10 días-, Marga Martín. Vacíos quedaron los asientos del nacionalista Fernando Varela -por motivos de salud- y de los populares Beatriz González-Tejada, Guillermo Collarte y Carmen Carballo -por razones personales-.

Terminada la sesión, el portavoz del PP, Rosendo Fernández, fue el primero en despedir a Francisco Rodríguez, antes de que algunos otros concejales de su grupo hicieran lo mismo. Y mientras el exalcalde y sus concejales y personas más allegadas se encontraban en Alcaldía, los ediles socialistas afines a la dirección del partido-María Devesa, Antonio Rodríguez Penín, Mónica Vázquez y Susana Bayo- salían la Consistorial, al igual que el resto de la Corporación, entre reproches de los partidarios del exalcalde.

Especialmente complicada fue la salida del portavoz de Democracia Ourensana, Gonzalo Pérez Jácome, que tuvo que ser escoltado por la Policía Local -junto a la concejala de su grupo, Susana Gómez- al ser increpado por los presentes en la Praza Maior le increparan -algún exaltado llegó a escupirle-, mientras él les replicaba con el puño en alto.

Después de este momento de tensión, la salida de Francisco Rodríguez del Concello fue aclamada por sus simpatizantes, que le dedicaron gritos de 'Se nota, se siente, que Paco es inocente'. Empezaba así una ronda de besos y abrazos que se prolongó durante una hora y que incluyó tanto a familiares y concejales afines, como a anónimos. También a la exministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, a quien el exalcalde apoyó para la secretaría xeral del partido, y al diputado Pablo López Vidal, que también optó, con el apoyo de Rodríguez, a la secretaría provincial. Tras este 'baño' popular, Francisco Rodríguez salía definitivamente de la Alcaldía de la ciudad hacia la vida normal.

Te puede interesar