Las autoridades argentinas han extraditado a Víctor Hugo Gil, quien declara el 30 en Ourense

El tercer asaltante de 'Cota', ante la jueza 7 años después

Miguel Ángel Gil y Fabián Darío González, en el juicio. (Foto: ARCHIVO)
El tercer participante, tal como determinaron las investigaciones policiales, en el violento atraco perpetrado en la joyería Cota de Ourense el 30 de junio de 2006 ya está encarcelado en Ourrense tras varios años pendiente de su extradición.
Víctor Hugo Gil pasará a disposición de la jueza de Instrucción 3 el día 30 para responder de los delitos de robo con robo con intimidación (321.301 euros en joyas y 9.000 en metálico), allanamiento de morada y cuatro detenciones ilegales (dos de ellas de menores). Las autoridades argentinas, de cuyo país es oriundo, dieron carta blanca a su entrega para saldar cuentas pendientes con la justicia española: el atraco de Ourense y otro en la joyería Balbuena de Avilés el 26 de octubre de 2006.

Su paso por el juzgado permitirá sentarle en el banquillo dentro de un tiempo tal como sucedió con los otros compatriotas que fueron procesados por esta causa, uno de ellos un hermano mayor de Hugo Gil.

El asalto, uno de los más violentos de los últimos años, sucedió el 30 de junio de 2006, tras presentarse en el domicilio familiar de la titular de la joyería un individuo que se hizo pasar por repartidor. En ese momento, se encontraban en la casa la empleada de hogar y los hijos pequeños de la dueña de cuatro y seis años. Cuando la asistenta abrió la puerta, el individuo le dijo que debía entregar un paquete para la titular de Cota. La cuidadora respondió que no se encontraba en casa y que se lo llevase a la joyería. Al instante, el individuo le propinó un fuerte empujón que la arrojó al suelo y se introdujo en el piso acompañado de otras dos personas.

Instantes después se presentó en su domicilio la propietaria de la joyería. A la entrada de la casa fue golpeada por uno de los asaltantes y amenazada con una pistola. Los delincuentes la obligaron a dirigirse a su negocio y, una vez allí, uno de ellos (la policía cree que Víctor Gil) la conminó a abrir la caja fuerte y a introducir las joyas de los expositores en una bolsa.

Una vez que consiguieron su propósito cerraron la joyería y volvieron al piso en donde fue inmovilizada y atada junto a sus hijos y la empleada de hogar. Todos ellos fueron introducidos en una habitación. Los atracadores abandonaron el lugar y amenazaron con matar a todos si llamaban a la Policía o les reconocían con posterioridad. No obstante, los magistrados no hallaron pruebas incriminatorias para enervar la presunción de inocencia de Miguel Ángel Gil, quien fue detenido a mediados de 2007 y, a quien la Policía, atribuyó la vigilancia de los retenidos en el asalto.

También se imputó en este robo a Fabián Darío González, el único condenado por la Audiencia de Ourense, y quien reconoció haber vendido las joyas en Madrid. De hecho, se le penó en virtud de una huella dactilar aparecida en el estuche de una pluma que había en el interior de la vivienda.

Los tres tienen nacionalidad argentina y, a juicio del Grupo de Secuestros y Extorsiones de la Policía Nacional, viajaban a España con visado de un mes con la única finalidad de perpetrar robos y, una vez cometidos, se trasladarse de nuevo a su país.

La Audiencia condenó en diciembre de 2008 a 21 años y siete meses de cárcel a Fabián Darío González, fallo que después confirmó el Supremo. El otro procesado fue absuelto en base 'al nulo reconocimiento' por parte de las víctimas, aunque sí respondía a las características físicas facilitadas por las mismas.

Te puede interesar