Reportaje

La trastienda de la vacunación

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La campaña de inmunización va más allá de un simple pinchazo. Horas de trabajo se acumulan para tenerlo todo listo cuando llegan los citados y que todo salga sin incidentes en el menor tiempo posible,y sin desperdiciar ninguna dosis.

Despunta el sol con los primeros rayos del día cuando una jornada de vacunación se pone en marcha, en esta caso solo en turno de mañana. La previsión del día en Expourense es de 2.550 personas entre 50 y 59 años para inocularlas con las primeras dosis de Pfizer. Todo está en silencio y las luces se encienden para dar comienzo a un nuevo día de trabajo. Son las 7,30 horas.

Verónica Civeira, una de las coordinadoras de la campaña, organiza la llegada de las vacunas. Unas neveras especializadas mantienen la temperatura de los viales y solo el 40% de ellos se extrae al inicio. Cada uno de los aparatos incluye un dispositivo electrónico en el que se comprueba que la cadena de frío no se haya roto en ningún momento. "Temos que rexistrar o lote correcto para que, en caso dun problema, se poida encontrar á persoa vacinada con el", explica. 

Ourense. 26/05/2021. Reportaje de los preparativos en un día de vacunación masiva en Expourense, por parte del personal sanitario de Ourense.
Foto: Xesús Fariñas

Aún no son las ocho y comienzan a llegar los primeros enfermeros del turno. Civeira se dedica a dejar en cada uno de los puestos 15 viales dispuestos para cargar las jeringuillas. Los sanitarios inyectan los sueros en los viales de Pfizer, necesarios para que cumpla su función, y luego se extraen las dosis que se dejan listas, a la espera de la llegada de los citados. 

Hasta que llega ese momento, poco antes de las nueve de la mañana, los sanitarios se reúnen con el coordinador de turno ese día, Norberto Camino, para informarles de los pacientes que acudirán esa jornada. Con unas 90 dosis preparadas en cada puesto, las puertas se abren para recibir a los primeros convocados. 

Listos para pinchar

Los pinchazos no cesan y los equipos de vacunación repiten con cada asistente las mismas preguntas. Si tienen alergias, si pasaron el covid, si se vacunaron en la última semana o si toman el sintrom son algunas de ellas. Las enfermeras recogen los datos del vacunado y comprueban que no se hayan puesto ninguna vacuna del covid antes. Les asignan la marca que se les inoculó en el sistema y registran toda la información. Así, las incidencias que puedan aparecer se reportan y se busca la causa.

Ourense. 26/05/2021. Reportaje de los preparativos en un día de vacunación masiva en Expourense, por parte del personal sanitario de Ourense.
Foto: Xesús Fariñas

Conforme avanzan las horas, los viales que se van utilizando se recuentan para evitar un uso "descontrolado", optimizando los frascos abiertos. La tensión se va incrementando en los últimos instantes de la jornada, tratando de que sobren la menor cantidad de dosis, nunca más de las seis que se extraen en cada vial. Un sanitario controla la entrada y va informando de cuántas personas llegan para contar las vacunas que están listas y si es necesario abrir un nuevo vial.

Con Bob Marley sonando en los altavoces, el listado de personas a las que se puede inocular con posibles sobras, está listo. Los citados llegan a cuenta gotas y a las 15,00 horas se cierran las puertas con ninguna dosis sobrante.

Los turnos de mañana facilitan la comprobación de esos listados, ya que se dispone de toda la tarde para vacunar a esas personas. Cuando hay vacunación por la tarde se complica. Contactar con personas pendientes de dosis es más difícil y se dan situaciones como acudir a un domicilio a las once de la noche. Aquí se trabaja para que ninguna persona que necesite ser vacunada, se quede sin su dosis. 

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