EN LA CIUDAD

Los “trucos" para aparcar persisten por los precios y la escasez de plazas

Los alternativas utilizadas en la ciudad por los conductores se encuentran el entorno del CHUO, Os Remedios, O Couto y San Francisco

El aparcamiento es para los ourensanos uno de las principales preocupaciones, según se desprende de los datos que maneja el Instituto Galego de Estatística (IGE), que desvelan que más de la mitad de los ciudadanos, un 52% -la tasa más elevada de las siete ciudades gallegas- manifiestan que hay pocas plazas y los precios de la zona ORA o de los aparcamientos públicos son demasiado elevados.

Los números corroboran esta sensación. Las tarifas de la zona "azul", que  concentran alrededor de 900 plazas en las calles del centro, son las más elevadas de Galicia, con los conductores obligados a abonar entre 0,40 y 1,45 euros en función del tiempo -entre 30 y 135 minutos- que se quiere dejar estacionado el coche. Por su parte, el coste de dejar el vehículo a recaudo en alguna de las 5.000 plazas de los aparcamientos públicos durante una hora varía 94 céntimos en función del recinto, oscilando entre 1,2 y 2,16 euros.

El cóctel que forman todos estos condicionantes ha provocado que cada vez sean más los "trucos" utilizados por los ourensanos para dejar su vehículo estacionado durante la jornada de trabajo o para realizar cualquier gestión, alternativas que se concentran especialmente en zonas como los barrios de O Couto, A Ponte o San Francisco, así como en el entorno del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense.

"Ourense es lo que es, hay un déficit de zonas para aparcar, se tenían que haber hecho varios aparcamientos en su momento y, desgraciadamente, no se llevaron a cabo", señala el concejal de Tráfico, Carlos Campos, que confía en desbloquear algunos proyectos en los próximos años.
El formador en seguridad Vial Laureano Bermejo, que cada día recorre las calles de la ciudad junto a sus alumnos, corrobora esto. "Es un problema el aparcamiento, no gusta pagar la ORA porque se considera un doble impuesto que no es, además, de los más económicos, por lo que los conductores se dirigen a zonas concretas donde está prohibido, pero se hace por norma y no hay control, tienen cierta bula", señala.

Privados y públicos

Las alternativas buscadas por los conductores están tanto en espacios privados como públicos. Dentro de los primeros casos, destaca una parcela de tierra a escasos metros del CHUO, donde cada día acuden usuarios o trabajadores del centro hospitalario para eludir el pago del aparcamiento.
Por su parte, en el segundo grupo aparecen la mayoría de casos.

Así, en el entorno de Os Remedios se concentran varias zonas en las que está prohibido aparcar, pero que no son respetadas, como el carril de aceleración para incorporarse a la N-120 por debajo del Parque Miño, un camino de tierra en esa misma carretera, los alrededores del complejo deportivo o la calle por la que se accede al parking del Centro Comercial Pontevella, cuya isleta está plagada de vehículos.

Esta misma situación se da también a orillas del río Barbaña, por debajo del puente de Ervedelo, donde, además, los coches aprovechan una explanada de tierra junto a la senda peatonal. Muy cerca de esta zona, en pleno barrio de O Couto, las traseras del campo de fútbol son otros de los espacios preferidos para dejar los coches. En la explanada de acceso al complejo de San Francisco, las señales de prohibido aparcar tampoco disuaden a los conductores.

Te puede interesar