El Día Mundial en Memoria de las Víctimas de los Accidentes de Tráfico no celebra ni conmemora nada. El recuerdo a las víctimas y la concienciación de los jóvenes en favor de la seguridad vial marcaron un emotivo acto.

Vidas que cambian en segundos

Tras una fila de asientos vacíos, Roberto Castro, junto a ediles y trabajadores, presenciaron el acto. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Una fila de asientos vacíos y un mar de rabia y recuerdos. Un día sin celebraciones y con mucho camino pendiente por recorrer: el de la concienciación de la sociedad para fomentar la seguridad vial.
Ourense celebró -por llamarlo de alguna manera- el Día Mundial en Memoria de las Víctimas de los Accidentes de Tráfico con un acto en el que la Asociación de Prevención de Accidentes de Tráfico (P(A)T) mostró a alumnos de Secundaria de la ciudad la realidad de los afectados por los siniestros a través de los testimonios de tres miembros de esta plataforma. Este acto contó además con la presencia entre el público del subdelegado del Gobierno, Roberto Castro; las ediles Marga Martín, Belén Iglesias y Ximena González; y trabajadores y voluntarios de Protección Civil, Cruz Roja, Policía Local, Bomberos o Guardia Civil, entre otros.

Conducida por la vicepresidenta de la P(A)T, Angélica Ferro, la conferencia fue iniciada por el jefe provincial de Tráfico, David Llorente, que recordó que los datos de accidentes mortales han experimentado 'un descenso significativo' en los últimos años, hasta el punto de que hace una década se manejaban cifras en torno a los 50 ó 60 fallecidos anuales, mientras que en lo que llevamos de 2013 tan sólo se han registrado 10 muertes.

Llorente resumió las tres grandes causas de accidentes de circulación en Ourense, que a su vez son los tres grandes ejes del trabajo de Tráfico: las colisiones con animales, tanto salvajes como domésticos, que dejaron unas cifras en 2012 de 635 siniestros en la provincia; la conducción bajo los efectos del alcohol, cuyo consumo está registrando una media de diez positivos diarios; y las personas mayores de 65 años, que pueden caer en despistes al confiarse en trayectos cortos y conocidos y obviar alguna norma circulatoria.

Pero el papel clave de esta conferencia lo tuvieron las víctimas, representadas por Félix González, Conchi Domínguez y Daniel Fernández, tres personas que destacaron cómo la normalidad de sus vidas cambia 'en unos segundos'.

Félix, postrado en una silla de ruedas desde hace ocho años después de sobrevivir a un accidente que costó la vida a dos amigos suyos gracias al cinturón de seguridad; Conchi, cuya hija Silvia sufrió un grave accidente que la obliga a depender de su madre las 24 horas del día; y Dani, que perdió su pierna derecha después de que un conductor ebrio impactase contra su moto, recordaron a los jóvenes asistentes, el futuro de la conducción, con sus propias historias la importancia de la prudencia, del respeto a las normas.

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