Una junta de gobierno de apenas cinco minutos para despachar siete asuntos, un pleno en el que apenas se prevé actividad por parte del gobierno bipartito. Son solo algunos síntomas de que la ciudad de Ourense no termina de arrancar, con un alcalde como Gonzalo Pérez Jácome más pendiente de ganar su batalla interna pese a la notoria pérdida de apoyos y la denuncia ante la Fiscalía de la mayoría de sus concejales.
Así, el PSOE puso el foco ayer en la comisión de pleno, "insustancia, banal e sen contido", según explicó el portavoz, Rafael Rodríguez Villarino, criticando la "situación excepcional que vive este Concello".
No fueron los socialistas los únicos en pronunciarse sobre la crisis del partido de Jácome, criticando también el BNG la "bochornosa e esperpéntica semana" y lamentando que el alcalde ourensano continúe sin dar la cara para ofrecer explicaciones. "Mentres os protagonistas desta lamentable comedia e ven como sobrevivir no caos que eles mesmos protagonizaron, o Concello esmorece e continúa sumido na parálise, dentro do desconcerto e estupor xeralizado", dice el portavoz del BNG, Luis Seara.
En esta línea, el líder del PSOE censura que "sigamos na mais absoluta das incógnitas cun goberno que nin sabe nin contesta, cunha situación insostible". Villarino critica que el gobierno local trate de aparentar normalidad y reitera que su partido continúa preparado "para ofrecer un goberno estable, limpo e transparente, o que merece Ourense". Todo esto lleva al socialista a poner sobre la mesa la posibilidad de convocar un pleno extraordinario para obtener explicaciones.
Así, el BNG plantea también la necesidad de "clarificar quen esta a levar as rendas do Concello, se o alcalde, o city manager ou asesores". Para Seara, urge "que se despexen de inmediato estas incógnitas" para poder así activar una ciudad con muchos problemas, grandes y pequeños, por resolver. Con menos de cuatro meses de año por delante, no hay tiempo que perder.
