Para nuestra salud y bienestar es fundamental un buen descanso así que hay que ser conscientes de los hábitos que tenemos para valorar si podemos mejorar algo para así tener un sueño de calidad y reparador.
Os damos algunas ideas para que la alimentación repercuta positivamente en el descanso:
- Cenar temprano: 2-3 horas antes de acostarse.
- Cena de fácil digestión: alimentos que sienten bien, ligeros, …
- Raciones adecuadas: evitar cenas muy copiosas, procurar no terminar con la sensación de haberse llenado demasiado el estómago.
- Evitar (según la tolerancia individual) alimentos que resulten flatulentos para no dificultar el descanso.
- Evitar alimentos y sustancias estimulantes a partir de media tarde (por lo menos): café, té, …
- Alimentos ricos en triptófano: frutos secos, lácteos, huevos, semillas, aguacate, piña, plátano, …
- Tomar infusiones relajantes como lavanda, valeriana, melisa, tila, …
- Cenar despacio, con atención y conscientes.