Los donantes en vivo tendrán mejor atención sanitaria

La donación en vivo puede provocar en el donante un déficit en su salud, requerir atención médica más frecuentemente o provocar un incremento de la cuota que paga por un seguro privado.
Para evitar que los donantes puedan verse desprotegidos o con sus derechos vulnerados la Comisión de Sanidad del Congreso aprobó ayer una Proposición no de Ley en la que insta al Gobierno a poner en marcha medidas que impulsen y faciliten la donación de vivo, garantizando en todo momento su carácter altruista, y que mejoren la protección sanitaria y social del donante, entre ellas la cobertura sanitaria de todos los problemas de salud del donante que pudieran producirse en relación con la donación, especialmente cuando aquel esté fuera de la cobertura del Sistema Nacional de Salud.

También se reclama al Gobierno que estudie la posibilidad de que los donantes vivos de órganos, atendiendo a su especial contribución solidaria, puedan ver ampliada la protección social durante el procedimiento de intervención quirúrgica de extracción y posterior asistencia sanitaria.

Esta Proposición no de Ley partía del diputado ourensano y portavoz socialista de sanidad Alberto Fidalgo, quien destacó que se España se encontraba a la cabeza del mundo en las tasas de donación con 32 por millón de habitantes. Llamó la atención sobre el descenso de donaciones con la disminución de fallecidos por accidentes de tráfico y recordó que los principales donantes han pasado a ser fallecidos por accidentes cerebrovasculares, con una edad media de 60 años, cuyos órganos no están en 'condiciones clíninas óptimas'. Por eso defendió la vía de las donaciones en vivo como el modelo que se debe impulsar en el futuro.

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