La directora del Instituto Geográfico Nacional de Canarias, María José Blanco, dijo ayer que de producirse una erupción volcánica en la isla canaria de El Hierro sería de baja explosividad, con una incidencia espacial pequeña. María José Blanco comentó que desde el 19 de julio pasado se detectaron unos 8.000 terremotos en El Hierro y explicó que lo que se está produciendo es una entrada de material magmático por debajo del edificio insular y una deformación de 35 milímetros, de los que 10 se han producido en los últimos diez días.
La inyección de material magmático hacia la superficie está produciendo una microfracturación del edificio insular, que son los pequeños terremotos, la mayoría de una magnitud menor a 1,5 en la escala de Richter, si bien 'barren' de 0 hasta 3,4 grados de magnitud.
Indicó que la entrada del material produce una pequeña deformación en la zona de El Golfo y no se sabe si tendrá suficiente energía para salir a la superficie o será una inestabilidad que se quede en profundidad. La directora señaló que no se sabe el tiempo que puede durar esta situación y que el reciente paso de semáforo verde a amarillo se debe a que aumentó la velocidad de deformación y de la energía sísmica liberada.
Sólo cuando se vea que hay más energía en el proceso o aceleración porque hay más terremoto y su nivel sea más grande y suba el nivel de deformación, se pasará a otro color del semáforo, pero, insistió en que en el amarillo 'podemos estar poco o mucho tiempo'.
Reconoció que la población estará tranquila mientras las administraciones cumplan y recordó que se tomaron las medidas oportunas al activar el plan de emergencia volcánica del Gobierno de Canarias para que todo esté preparado por si ocurriera algo. La probabilidad de que ocurra es pequeña, pues en el 90% de la situación como la de El Hierro no termina en una erupción de superficie y se dispone de la instrumentación que permite vigilar la evolución del proceso.
Si la hubiera, se trataría de una erupción de coladas que evolucionarían a cotas menores y la columna de ceniza sería baja, como de dos o tres kilómetros, dijo Blanco.
Indicó que la entrada del material produce una pequeña deformación en la zona de El Golfo y no se sabe si tendrá suficiente energía para salir a la superficie o será una inestabilidad que se quede en profundidad. La directora señaló que no se sabe el tiempo que puede durar esta situación y que el reciente paso de semáforo verde a amarillo se debe a que aumentó la velocidad de deformación y de la energía sísmica liberada.
Sólo cuando se vea que hay más energía en el proceso o aceleración porque hay más terremoto y su nivel sea más grande y suba el nivel de deformación, se pasará a otro color del semáforo, pero, insistió en que en el amarillo 'podemos estar poco o mucho tiempo'.
Reconoció que la población estará tranquila mientras las administraciones cumplan y recordó que se tomaron las medidas oportunas al activar el plan de emergencia volcánica del Gobierno de Canarias para que todo esté preparado por si ocurriera algo. La probabilidad de que ocurra es pequeña, pues en el 90% de la situación como la de El Hierro no termina en una erupción de superficie y se dispone de la instrumentación que permite vigilar la evolución del proceso.
Si la hubiera, se trataría de una erupción de coladas que evolucionarían a cotas menores y la columna de ceniza sería baja, como de dos o tres kilómetros, dijo Blanco.
