La Fundación BBVA se adelanta a la Comisión de Expertos en sus propuestas para la reforma

Investigación y calidad, los grandes retos universitarios

Numerosos universitarios, durante una jornada de estudio en una biblioteca. (Foto: ARCHIVO)
En España no sobran alumnos ni titulados universitarios, las universidades no tienen un problema de tamaño ni son demasiadas, no todos los profesores son investigadores y no todos los titulados son 'mileuristas' ni lo son toda la vida, según el estudio 'Universidad, universitarios y productividad en España' de la Fundación BBVA-IVIE.
El presidente de esta fundación, Rafael Pardo, subrayó ayer la oportunidad de este estudio, cuyas conclusiones se exponen después de dos años de investigación, y que sirve, a su juicio, para 'arrojar luz' sobre la Universidad española, 'uno de los componentes del sistema productivo, que necesita un análisis en profundidad'.

En su adelanto a las propuestas que hará la Comisión de Expertos designada por el Gobierno, y que preside la ourensana Teresa Miras Portugal, el estudio señala que la permanencia de estudios con escasa demanda -el 29% de los títulos tienen menos de 40 alumnos de nuevo ingreso-, el bajo rendimiento académico de una parte del alumnado y el pago a todo el profesorado estable para investigar, a pesar de que menos de la mitad acredita resultados, son las principales ineficiencias de la universidad española.

La investigación pone en evidencia los 'preocupantes desajustes' debidos a los excesos de oferta o de demanda permanentes de algunas titulaciones, como ocurre con el grado de Medicina y señala que tampoco se justifican los 'excesos permanentes' de oferta en algunas titulaciones de Humanidades o Ciencias Experimentales en bastantes universidades.


RIGIDEZ Y LENTITUD

Por ello, los autores del estudio afirman que existe capacidad de ofertar servicios no aprovechada, debido, en parte, a la 'rigidez y lentitud' de las universidades a la hora de adaptar y reasignar recursos.

En cuanto a la investigación en el sistema universitario español, el estudio indica que solo una minoría del profesorado acredita resultados con regularidad y que hasta 2009 uno de cada cinco docentes tenía reconocidos todos los tramos de investigación. De esta manera, los autores afirman que la mayor parte del profesorado no alcanza ese reconocimiento por su actividad investigadora, ni responde a los incentivos profesionales y económicos que él mismo ofrece. El 69,5% de los catedráticos y el 40,6% de los profesores titulares investigan. También se advierte e de 'importantes fallos' en la selección del profesorado universitario y en el control de rendimiento dentro de los centros, derivados de la falta de movilidad de estos profesionales, de la escasa competencia efectiva o de 'pobres' trayectorias investigadoras de los contratados.

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