REPORTAJE

Llega el día feliz en el trabajo

Disfrutar de los momentos de entretenimiento que ofrece en algunas ocasiones el puesto de trabajo ayuda a llevar la tensión diaria, así que para festejarlo se celebra desde 1996 el Día Internacional de la diversión en el trabajo.

Quiénes son las personas que acuden cada mañana a su oficina con una sonrisa de oreja a oreja, conscientes de lo bien que se lo van a pasar? A ellos, para los que trabajo y pasatiempo son sinónimos, se les dedica hoy el Día internacional de la diversión en el trabajo. ¡A divertirse!

Para algunos, la diversión comienza cuando el reloj marca la hora de salida. Para otros, el momento alegre del día llega cuando el jefe se despista y por fin se puedan hacer carreras por la oficina con las sillas con ruedas.

Momentos como este último son los que se conmemoran en el día internacional, que se celebra en España desde el 1 de abril de 1996, aunque en otros países, como Estados Unidos, se festeja la "juerga laboral" desde hace tiempo.

Reírse con los compañeros -que no de ellos claro está-, bromear y sonreír son las situaciones que ayudan a crear un ambiente laboral más divertido, a pesar de que existe el "incorrecto" estereotipo de que el humor y el trabajo son incompatibles, lamenta el psicólogo Eduardo Jáuregui.

Muchos jefes entrarían en cólera si vieran a sus empleados riéndose en una reunión, al suponer que no estarían trabajando. Sin embargo, prosigue Jaúregui, eso es lo que no se debe hacer. Según varios estudios, las emociones positivas son las que más aportan en el trabajo, ya que influyen en la cercanía social. De ello saben mucho los vendedores y comerciales, puntualiza Eduardo Jaúregui, pues, si hacen reír al cliente, "tienen media partida ganada".

Los bomberos, los maestros e ingenieros están de enhorabuena ya que son los que más se divierten (según el estudio), aunque los deportistas de élite, los actores y los cantantes pudieran resultar los más satisfechos con su trabajo diario, según el mismo informe.

Por países, Reino Unido y España ocupan las dos primeras posiciones en la lista de los más divertidos en los puestos trabajo. ¿La razón? Los dobles sentidos que abundan en los ricos idiomas inglés y castellano.

La clave para que los trabajos sean divertidos, a juicio de Jáuregui, es que den el permiso "desde arriba". En otras palabras, la diversión queda en manos de los jefes.

¿Quién iba a decir que un jefe permitiría a sus asalariados construir el esqueleto de un tiranosaurio rex en horario laboral, como ha ocurrido en la compañía Google? La diversión está servida.

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