La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, aseguró ayer que aspira a que ninguna mujer se vea obligada a enfrentarse al 'drama' del aborto, para lo que el Gobierno trabaja en la educación para prevenir embarazos no deseados y en ofrecer apoyo a las futuras madres.
Mato se expresó así en la sesión de control al Gobierno en el Senado, en la que la senadora socialista Raquel Andrés le preguntó si tiene calculado el impacto, también económico, de los abortos realizados en condiciones 'poco seguras'.
La ministra se mostró muy segura de que la 'inmensa mayoría' de los ciudadanos no analiza esta situación dando prioridad a su coste económico y dijo además mostrarse muy sorprendida por la pregunta de la senadora.
Ana Mato subrayó que el aborto es un 'drama' por encima de cualquier consideración y reiteró que la reforma que prepara el Ministerio de Justicia volverá al 'consenso' de la ley de 1985, será acorde con las resoluciones del Tribunal Constitucional y siempre 'respetando' los derechos de las madres, las menores y de los que puedan nacer. 'Aspiro -dijo- a que ninguna mujer se vea obligada a enfrentarse a esa dramática situación y para ello lo mejor es ofrecer alternativas', apuntó Mato, quien abogó por la información y educación para prevenir embarazos no deseados.
La senadora socialista hizo hincapié en que con la reforma planteada 'no es la primera vez' que el PP quiere 'dar gusto a la iglesia católica como dios manda'. Opinió además que la reforma incrementará la desigualdad entre las mujeres con más recursos y que podrán abortar fuera del país y las que tienen menos, que estarán 'condenadas a la clandestinidad'.
La ministra se mostró muy segura de que la 'inmensa mayoría' de los ciudadanos no analiza esta situación dando prioridad a su coste económico y dijo además mostrarse muy sorprendida por la pregunta de la senadora.
Ana Mato subrayó que el aborto es un 'drama' por encima de cualquier consideración y reiteró que la reforma que prepara el Ministerio de Justicia volverá al 'consenso' de la ley de 1985, será acorde con las resoluciones del Tribunal Constitucional y siempre 'respetando' los derechos de las madres, las menores y de los que puedan nacer. 'Aspiro -dijo- a que ninguna mujer se vea obligada a enfrentarse a esa dramática situación y para ello lo mejor es ofrecer alternativas', apuntó Mato, quien abogó por la información y educación para prevenir embarazos no deseados.
La senadora socialista hizo hincapié en que con la reforma planteada 'no es la primera vez' que el PP quiere 'dar gusto a la iglesia católica como dios manda'. Opinió además que la reforma incrementará la desigualdad entre las mujeres con más recursos y que podrán abortar fuera del país y las que tienen menos, que estarán 'condenadas a la clandestinidad'.
