Una niña de ocho años peruana parece una anciana de 80

Mariella, una niña de 7 años que padece la enfermedad de la progeria o vejez prematura, junto a su madre, Kaythy de La Cruz, en su humilde casa en el distrito Villa El Salvador en Lima, Perú. EFE
Se llama Mariella y tiene 8 años, pero pesa menos de diez kilos, tiene la piel arrugada, perdió el cabello y sufre de artrosis y cataratas: su cuerpecito de 94 centímetros es el de una anciana de ochenta años. Padece la enfermedad de la progeria o vejez prematura, y ella misma rastrea por internet las últimas novedades conocidas sobre su extraño mal. Lo paradójico es que los médicos que la atienden consideran que esa niña es mentalmente más adulta y tiene el cerebro de una persona de 10 años.
Mariella nació en perfecto estado, pesó 3,8 kilos y sus primeras semanas fueron normales. 'Pero al tercer mes de nacer -relata su madre, Kathy de la Cruz- nos dimos cuenta de que algo no funcionaba bien, pues vomitaba la leche materna y no ganaba peso'. Entonces comenzó un calvario de peregrinaje mientras los médicos le practicaban una prueba tras otra para dar con la causa que impedía el crecimiento de la niña. Mariella llegó hasta el doctor Luis Rubio, que no tardó en diagnosticar esta enfermedad, que es debida a una alteración genética.

Aunque hay excepciones, lo habitual es que estos 'niños viejos' no superen los 14 años, algo que Mariella aún no sabe o no comprende, pese a que 'psicológicamente es muy fuerte, y habla y se comunica de forma muy coherente', según relata el doctor Rubio.

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