Rafael Rodrigo pretende formar buenos investigadores y se propone eliminar las trabas burocráticas

El nuevo presidente del CSIC quiere convertir la institución en un referente internacional

El nuevo presidente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Rafael Rodrigo
El nuevo presidente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Rafael Rodrigo, asegura, que durante su mandato pretende convertirlo en una institución de referencia y de excelencia a nivel internacional y crear una Fundación General para la captación de dinero del sector privado. Rodrigo se declara seguro de que España tiene que invertir más en I+D y que el sector privado tiene que ser más competitivo.
Tras la marcha de su predecesor Carlos Martínez al recién creado Ministerio de Ciencia e Innovación como secretario de Estado de Investigación, Rafael Rodrigo Montero fue nombrado el pasado 25 de abril presidente de la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIF). Rodrigo, un hombre eminentemente de ciencias, nació en 1953 en Granada y es licenciado en Matemáticas y doctor en Físicas. Ha trabajado en diversos laboratorios e institutos europeos y estadounidenses.

Rodrigo Montero explica que su cometido pasa por la potenciación de la ciencia, ‘una ciencia de excelencia’ y por superar las deficiencias que, en su opinión, tiene el CSIC. Unas defi ciencias que, específica, ‘están en el propio sistema de la Administración General del Estado, que está un poco burocratizado, encorsetado y rígido’.

Pero uno de los pivotes por los que pretende que discurra su gestión será la de formar, al alimón con los agentes de I+D, a ‘buenos investigadores’ y desarrollar ‘una carrera científica técnica de gestión’. ‘Se trata de que desde que uno sale de la universidad y empieza a hacer la tesis doctoral hasta que tiene oportunidad de ingresar en la escala técnica del CSIC y pueda progresar y promocionarse’, esté cubierto, indica Rodrigo.

Carrera atractiva

‘Si no tenemos una carrera de ese tipo y no es atractiva, pues no tendremos una institución de referencia’, explica Rodrigo, quien subraya la necesidad de buscar una serie de herramientas ‘que eliminen las trabas burocráticas con las que contamos actualmente’. En este terreno, incide en que hay que ‘diseñar un escalón atractivo para que los jóvenes científicos se incorporen al sistema’. Uno de ellos sería el establecimiento de contratos por cinco años que permitiría a los tres que, en caso de lograr tu objetivo, se te pueda ofrecer un contrato indefinido.

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