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El papa invoca la paz mundial durante su mensaje de Pascua

El papa Francisco saluda a los fieles que llenaron la plaza de San Pedro.
photo_camera El papa Francisco saluda a los fieles que llenaron la plaza de San Pedro.

Solicitó el final de los conflictos de Siria, Ucrania, Iraq, la República Centroafricana y Venezuela

El papa Francisco clausuró ayer  la Semana Santa con la ceremonia del Domingo de Resurrección en la plaza de San Pedro, que estuvo sucedida por su mensaje de Pascua, en el que invocó la paz mundial y pidió el final de todos los conflictos "grandes o pequeños, antiguos o recientes". Así como lo hiciera el pasado año, Francisco volvió a utilizar su mensaje de Pascua para llevar a cabo un llamamiento desde el balcón central de la basílica con el que solicitó el final de conflictos como los que se desarrollan actualmente en Siria, Ucrania, Iraq, la República Centroafricana o Venezuela.

Sobre Venezuela pidió que "las almas se encaminen a la reconciliación y a la concordia fraterna" para poner fin, así, a este conflicto entre el Gobierno de Nicolás Maduro y sus opositores. También solicitó a Cristo que interceda para poner fin a la epidemia de ébola en países como Liberia, Sierra Leona o Guinea. Del mismo modo, Bergoglio se encomendó a Jesús para que le ayude a derrotar "la plaga del hambre" agravada, a su juicio, por estos conflictos y por "los inmensos desperdicios".

El papa Francisco, como es tradición, pronunció este mensaje desde la logia central de la basílica de San Pedro del Vaticano, ante 150.000 personas que participaron ayer en la ceremonia del Domingo de Resurrección y que recibieron la tradicional bendición "Urbi et orbi" (para la ciudad y el mundo).

El mensaje de Francisco estuvo precedido por la misa del Domingo de Resurrección, que cierra la Semana Santa y en la que el papa no pronunció ninguna homilía.

Para la realización de esta eucaristía, la célebre explanada vaticana apareció decorada con miles de flores de múltiples colores procedentes de Holanda, tal y como se hace desde 1985, año en el que un florista holandés decidió realizar esta ofrenda floral al Vaticano cada Domingo de Resurrección.

Así pues, los pies del templo se convirtieron en un improvisado jardín compuesto por 12.000 tulipanes de diversos colores, por 6.000 narcisos y 2.500 jacintos, además de múltiples arbustos.n

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