El perro Excalibur ya fue sacrificado y será incinerado

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photo_camera 'Excalibur', junto a su dueña, infectada de ébola. (EFE)

La policía se empleó con contundencia ante la concentración de personas que trataron de impedirlo

Excalibur, el perro de Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada de ébola fue sacrificado ayer, según fuentes de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. El animal será llevado a una incineradora de Paracuellos del Jarama.

En un comunicado, el departamento que dirige Javier Rodríguez explicó que se cumplió esta tarde con la resolución que indicaba la eutanasia del perro y que el animal fue sedado previamente para evitar su sufrimiento. Posteriormente, siguiendo el protocolo previsto, su cuerpo fue introducido en un dispositivo precintado de seguridad biológica y trasladado para su incineración en una instalación autorizada para ello.

Según la información científica disponible "existen datos que confirman el hallazgo de perros con anticuerpos positivos del virus del Ébola, lo que indica que los perros pueden sufrir un proceso de viremia aunque se muestren asintomáticos". En consecuencia, explican que no existe garantía de que los animales infectados no eliminen el virus a través de sus fluidos orgánicos, "con el riesgo potencial de contagio".

Tras la muerte del perro, un furgón salió de la vivienda, lo que provocó el enfado de los concentrados a las puertas que se oponían al sacrificio. Al grito de "asesinos" y otro tipo de exabruptos, la furgoneta ha abandonado el lugar mientras los manifestantes seguían gritando y criticando la decisión.

Desde que el martes se conociera que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid iba a sacrificar al animal para evitar el riesgo de contagio, más de 300.000 personas firmaron en las redes sociales para intentar frenarlo. De hecho, durante todo la jornada de ayer, a las puertas de la urbanización se concentraron decenas de personas que pretendían impedir el paso del furgón que se llevaría al perro. Al mediodía se vivió uno de los momentos de más tensión cuando una treintena de agentes, entre policía local y nacional, empezaron a disuadir a las personas concentradas.

Según diversos testigos presenciales hubo "cargas", y una mujer tuvo que ser trasladada en ambulancia tras resultar herida de carácter leve. Se trataba de una señora mayor y antes de irse se estaba quejando de de un fuerte dolor en el hombro.

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