La reconstrucción mamaria integral ya es una realidad en España

La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) ha informado hoy de que España cuenta actualmente con las herramientas necesarias para lograr una recuperación integral de la mama afectada por el cáncer, ya que la reconstrucción se complementa con el tratamiento del linfedema.
Coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Cáncer de Mama, el 19 de octubre, el presidente de SECPRE, Jaume Masià, ha señalado que con estos 'significativos' progresos se puede mejorar la calidad de vida de las mujeres que, desafortunadamente, han sufrido una patología que afecta a una de cada doce pacientes en España.

Una consecuencia común del cáncer de mama por cirugía o radioterapia es el linfedema, una enfermedad que se produce por acumulación de la linfa y que genera un edema por anomalía en el drenaje, provocando una inflamación anormal en el brazo.

El 25 % de las mujeres intervenidas con cirugía y radioterapia, y el 10 % de las operadas de cáncer de mama con extirpación de ganglios axilares desarrollan esta dolencia.

Esta situación puede volverse crónica y afecta gravemente a la vida cotidiana e integración social de las pacientes que la padecen, llegando a ser incapacitante en algunos casos.

Masià se ha referido al procedimiento TBAR (Total Breast Anatomy Restoration) en el que la reconstrucción de la mama se complementa con el tratamiento quirúrgico del linfedema.

Esta técnica, según ha explicado, consiste en la restitución total de las alteraciones anatómicas que se producen con la cirugía oncológica del cáncer de mama.

Se trata de conseguir una corrección, tanto morfológica como funcional de las secuelas que genera la cirugía ablativa, ha relatado el doctor.

'Cuando planteamos una mastectomía con vaciamiento axilar o con ganglio centinela, el objetivo se centra en reemplazar la mama amputada por el tejido del propio cuerpo más parecido al seno perdido', ha explicado.

Asimismo, ha proseguido, 'debemos reemplazar los ganglios resecados con el vaciamiento o con la biopsia del ganglio centinela'.

Los cirujanos utilizan otra técnica que consiste en aprovechar el exceso de piel y grasa del abdomen a nivel sub-umbilical, vascularizándola a través de los vasos perforantes del sistema epigástrico inferior.

Así, la restitución funcional ganglionar se realiza mediante la transferencia vascularizada de ganglios del sistema epigástrico superficial hasta la axila.

El presidente de SECPRE ha dicho que este tipo de abordaje representa un paso muy significativo en la minimización de las secuelas que provoca el tratamiento de esta enfermedad oncológica.

'La reposición de la mama tras la mastectomía y la práctica eliminación del riesgo de padecer un linfedema modifican, incluso, el panorama terapéutico del cáncer de mama, al poder realizar cirugías oncológicas más seguras para las pacientes, garantizando una excelente calidad de vida después del tratamiento', ha concluido el experto.

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