La tecnología se pone al servicio de las familias de dependientes

Camas con sensores que vigilan si el usuario está durmiendo o sufre algún trastorno, microondas con lector de etiquetas que decide la temperatura y el tiempo necesario o dispositivos para abrir armarios son algunas de las tecnologías que cada vez son más accesibles para las familias de dependientes.
Aunque muchas de ellas son difíciles de implantar en algunos hogares, por su coste y complejidad de adaptarlas, cada enfermo requiere unos cuidados y hay que elegir las más sencillas y las que se ajusten al presupuesto familiar, aconsejó el investigador Alberto Brunete, durante unas jornadas organizadas por la Fundación Alzheimer, con motivo del Año del Europeo del Envejecimiento Activo. Familiares de enfermos que asisitieron a estas jornadas para conocer estas tecnologías lamentaron la falta de ayudas públicas para su implantación, ya que algunas requieren la creación de redes sanitarias para completar ese control telemático, como médicos que reciban e interpreten esas señales y pauten lo más adecuado. Es el caso de las camas sensorizadas o de la ropa tecnológica que permite conocer la presión sanguínea, el ritmo cardiaco o la frecuencia respiratoria de la persona que los usa.


A DISTANCIA

'Cada vez vamos a tener que manipular menos esa tecnología porque ella actuará por sí sola, con una conexión a internet que comunica con el especialista y con los datos enviados', explicó el profesional Víctor Díaz, quien coincidió en que estos productos cada vez son más asequibles. Con las nuevas tecnologías se monitorizan las rutinas diarias, colocando sensores en cocinas, baños, puertas de acceso y facilitan el control del paciente en la distancia.

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