CARTA A LAS CONFERENCIAS EPISCOPALES

El Vaticano insta a redactar 'líneas guía' ante casos de abuso sexual

El Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal William Levada ha enviado una carta a todas las conferencias episcopales, en la que les exhorta a preparar un documento, unas 'líneas guía', en el que se indique el 'procedimiento' que seguirá la autoridad eclesiástica en los casos de abusos sexuales perpetrados por sacerdotes, que tendrá que ser enviado al Vaticano antes de mayo de 2012.

Según ha explicado el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, las indicaciones de una fecha precisa y de un término relativamente breve para elaborar las 'líneas guía' por parte de todas las conferencias episcopales es 'evidentemente una indicación muy fuerte y elocuente' para afrontar estos casos de la forma 'más rápida posible'.

Dicho documento será revisado por la Congregación para comprobar que sigue las nuevas normas establecidas por Benedicto XVI en la revisión del motu proprio 'Sacramentorum sanctitatis tutela', publicada en el mes de mayo de 2010, en las que se endurecieron las penas contra los acusados y se aumentó el plazo de prescripción de los delitos de 10 a 20 años.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha publicado este lunes la carta circular enviada por el Prefecto a los obispos 'para ayudar a las Conferencias Episcopales en la preparación de Líneas guía para tratar los casos de abuso sexual de menores por parte del clero', que se divide en tres partes.

En la primera parte, el cardenal Levada indica una serie de 'indicaciones generales' para redactar el documento, mientras que en la segunda parte recuerda las normas vigentes en la Iglesia respecto a estos casos, teniendo en cuenta la actualización realizada en mayo de 2010.

El cardenal Levada recuerda, en la segunda parte, que la nueva legislación canónica indica las medidas canónicas contra un sacerdote acusado de abuso sexual, que pueden ser 'restringir el ejercicio público del ministerio de modo completo o al menos excluyendo el contacto con menores' o 'una pena eclesiástica, siendo la más grave la dimisión del estado clerical'.

El portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, ha recordado que en la última parte de la carta el cardenal Levada subraya la necesidad de 'ofrecer asistencia a las víctimas, de tratar con respeto al denunciante y asegurar la privacidad y la reputación de las personas', así como 'de tener debidamente en cuenta las leyes civiles del país'.

APOYO A LAS VÍCTIMAS Y PROGRAMAS DE PREVENCIÓN

En esta última carta circular, el cardenal Levada afirma que los obispos deben estar 'dispuestos a escuchar a las víctimas y a sus familiares y esforzarse en asistirles espiritual y psicológicamente' y ha recordado que Benedicto XVI 'ha sido particularmente ejemplar con su disponibilidad a encontrarse y a escuchar a las víctimas de abusos sexuales' durante sus viajes apostólicos.

El cardenal Levada destaca la necesidad de que la persona que denuncia 'sea tratada con respeto' y declara que 'el denunciante tiene derecho de exigir que su nombre no sea comunicado al sacerdote denunciado'.

La Congregación también recuerda que es necesario que se lleve a cabo primero un procedimiento previo en la diócesis y que, 'si el caso es verosímil', el obispo tiene la obligación de remitir el caso a la Congregación vaticana.

Además, el cardenal invita a las conferencias episcopales a desarrollar 'programas de prevención para crear ambientes verdaderamente seguros para los menores' y para 'ayudar a los padres, a los agentes de pastoral y a los empleados escolares a reconocer indicios de abuso sexual y a adoptar las medidas adecuadas'.

EXCLUSIÓN DEL EJERCICIO PÚBLICO

En este sentido, el cardenal Levada ha afirmado que 'al recibir las denuncias de posibles casos de abusos sexual de menores' los obispos deberán asegurar que los sacerdotes acusados 'sean tratados según la disciplina canónica y civil, respetando los derechos de todas las partes'.

Según indica el cardenal Levada, se debe excluir 'la readmisión de un clérigo al ejercicio público de su ministerio si éste puede suponer un peligro para los menores o existe riesgo de escándalo para la comunidad', en caso de que las acusaciones 'sean verosímiles'.

Asimismo, el Prefecto de la congregación vaticana afirma que 'los presbíteros' de la diócesis 'deben ser advertidos del daño causado por un sacerdote a una víctima de abuso sexual, de su responsabilidad ante la normativa canónica y la civil y de los posibles indicios para reconocer posibles abusos sexuales de menores cometidos por cualquier persona'.

No obstante, el cardenal Levada ha recordado que 'el sacerdote acusado goza de la presunción de inocencia, hasta prueba contraria' aunque afirma que el obispo 'en cualquier momento' puede limitar 'de modo cautelar el ejercicio de su ministerio, en espera que las acusaciones sean clarificadas'.

REMITIR LOS DELITOS A LAS AUTORIDADES

El cardenal Levada destaca también la necesidad de 'cooperar en el ámbito de las respectivas competencias' con las autoridades civiles y subraya la necesidad de 'remitir los delitos' a las autoridades.

Asimismo, el cardenal advierte de que esta cooperación se refiere, no sólo a los casos de abuso sexual cometidos por clérigos, sino también 'a aquellos casos de abuso en los que estuviera implicado el personal religioso o laico que coopera en las estructuras eclesiásticas'.

El cardenal Levada también recuerda que las nuevas 'líneas guía' tendrán que tener en cuenta las leyes civiles del Estado, así como 'la praxis interpretativa y la jurisprudencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe'.

ADECUADA FORMACIÓN

Por otra parte, el Prefecto del dicasterio vaticano subraya en la carta circular la responsabilidad de los obispos 'y de aquellos que son responsables de la formación de los futuros sacerdotes y religiosos' para que busquen que los candidatos al sacerdocio 'aprecien la castidad, el celibato y las responsabilidades del clérigo relativas a la paternidad espiritual'.

El cardenal Levada destaca que 'en la formación debe asegurarse que los candidatos aprecien y conozcan la disciplina de la Iglesia sobre el tema' y advierte de que 'se debe dar particular atención al necesario intercambio de información sobre los candidatos al sacerdocio o a la vida religiosa que se trasladan de un seminario a otro, de una diócesis a otra o de un instituto religioso a una diócesis'.

Esta carta circular fue anunciada por el padre Federico Lombardi en el mes de julio de 2010, con ocasión de la publicación de las nuevas normas de actuación del Motu proprio 'Sacramentorum Sanctitatis tutela' y posteriormente por el cardenal Levada en el Consistorio Extraordinario celebrado en el mes de noviembre del pasado año.

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