Los vecinos de La Restinga, que el pasado 11 de octubre fueron evacuados en un momento 'crítico' de la crisis sismovolcánica que afecta a El Hierro, comenzaron a regresar ayer a sus casas, mientras la administraciones empezaron a valorar los daños que sufrió la economía de la isla.
El Cabildo de El Hierro y sus tres ayuntamientos se entrevistaron ayer con el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, para plantearle una primera aproximación económica de esos daños y para demandarle un plan de inversiones por valor de 68 millones de euros, destinado a reparar infraestructuras y a relanzar la imagen turística de la isla.
Gaspar Zarrías les expresó la voluntad del Gobierno de articular ayudas de inmediato, a partir del Consejo de Ministros de la próxima semana, aunque también subrayó que habrá que establecer prioridades para que los fondos lleguen en el menor tiempo posible a quienes más lo necesitan. El comité científico que supervisó esta crisis sobre el terreno también aprovechó la progresiva vuelta a la normalidad para explicar cuálfue la evolución de esta erupción submarina y para abundar en las razones por las que se evacuó La Restinga.
La decisión se tomó 'en un momento crítico', reveló el vulcanólogo del CSIC Ramón Ortiz, porque los científicos sabían ese día que la erupción volcánica se produciría cerca de La Restinga, pero no el lugar exacto, por lo que respiraron aliviados cuando tuvo lugar a unos 2,5 kilómetros del pueblo pesquero, reconoció. Desde ese momento, los vecinos solo pudieron bajar algunos días media hora al día al pueblo a recoger enseres, pero desde ayer ya pernoctan en sus casas.
Uno de los primeros en llegar fue Luis Andrés González, propietario del bar La Vieja Pandorga, quien expresó el ánimo con el que muchos vecinos vuelve a La Restinga, pueblo que vive de la pesca y el turismo. 'Si la gente ve que tenemos miedo, no vendrá', señaló el hostelero. También ayer personal de limpieza recogía peces muertos que la marea dejó en el puerto y cuya muerte, según los primeros análisis, se debe a los cambios bruscos de temperatura y presión. La lenta vuelta a la normalidad de La Restinga comenzó una vez que se constató la disminución de la intensidad y frecuencia de seísmos y del proceso eruptivo, aunque muchos prefirieron esperar hasta el lunes para retornar.
El comité científico que siguió la crisis volcánica sobre el terreno explicó ayer cómo fue la evolución del fenómeno. Ramón Ortiz, criticó a aquellos que opinaron sin tener datos.
La directora del Observatorio Geofísico del Instituto Geográfico Nacional, Carmen López, resaltó el salto que supuso dirigir por primera vez una experiencia real de volcanismo activo en España, que no vivía una erupción desde 1971. También Magaly González, concejala del Ayuntamiento de El Pinar, del que depende La Restinga, pidió que este pueblo no quede en el olvido, porque tiene mucho que ofrecer al mundo.
Gaspar Zarrías les expresó la voluntad del Gobierno de articular ayudas de inmediato, a partir del Consejo de Ministros de la próxima semana, aunque también subrayó que habrá que establecer prioridades para que los fondos lleguen en el menor tiempo posible a quienes más lo necesitan. El comité científico que supervisó esta crisis sobre el terreno también aprovechó la progresiva vuelta a la normalidad para explicar cuálfue la evolución de esta erupción submarina y para abundar en las razones por las que se evacuó La Restinga.
La decisión se tomó 'en un momento crítico', reveló el vulcanólogo del CSIC Ramón Ortiz, porque los científicos sabían ese día que la erupción volcánica se produciría cerca de La Restinga, pero no el lugar exacto, por lo que respiraron aliviados cuando tuvo lugar a unos 2,5 kilómetros del pueblo pesquero, reconoció. Desde ese momento, los vecinos solo pudieron bajar algunos días media hora al día al pueblo a recoger enseres, pero desde ayer ya pernoctan en sus casas.
Uno de los primeros en llegar fue Luis Andrés González, propietario del bar La Vieja Pandorga, quien expresó el ánimo con el que muchos vecinos vuelve a La Restinga, pueblo que vive de la pesca y el turismo. 'Si la gente ve que tenemos miedo, no vendrá', señaló el hostelero. También ayer personal de limpieza recogía peces muertos que la marea dejó en el puerto y cuya muerte, según los primeros análisis, se debe a los cambios bruscos de temperatura y presión. La lenta vuelta a la normalidad de La Restinga comenzó una vez que se constató la disminución de la intensidad y frecuencia de seísmos y del proceso eruptivo, aunque muchos prefirieron esperar hasta el lunes para retornar.
El comité científico que siguió la crisis volcánica sobre el terreno explicó ayer cómo fue la evolución del fenómeno. Ramón Ortiz, criticó a aquellos que opinaron sin tener datos.
La directora del Observatorio Geofísico del Instituto Geográfico Nacional, Carmen López, resaltó el salto que supuso dirigir por primera vez una experiencia real de volcanismo activo en España, que no vivía una erupción desde 1971. También Magaly González, concejala del Ayuntamiento de El Pinar, del que depende La Restinga, pidió que este pueblo no quede en el olvido, porque tiene mucho que ofrecer al mundo.
