El síndrome de fátiga crónica reduce la actividad del enfermo entre el 50 y el 80%

Cómo vivir a los 40 años en un cuerpo de anciano

Dolores musculares, de cabeza y los fallos de memoria son algunos síntomas. (Foto: ARCHIVO)
No hay registro de enfermos, pero se estima que el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) tiene una prevalencia de entre el 0,006 y el 3%, una enfermedad infradiagnosticada que condiciona la vida de quienes la padecen y de su familia y que obliga a gente joven a vivir encerrada en cuerpos de ancianos.
'Los médicos te dicen que no te preocupes, que de esto no te mueres, pero vives con muy poca calidad', relató la presidenta de la Asociación de Afectados por el Síndrome de Fatiga Crónica, y por el Síndrome de Sensibilidad Química de la Comunidad de Madrid (SFCSQM), María López Matallana.

El SFC es una enfermedad que causa una gran fatiga física y mental que no se alivia con descanso y que produce un importante deterioro cognitivo. En la actualidad no existe un tratamiento que permita curarla.

Este síndrome reduce la actividad del enfermo entre el 50 y el 80% con respecto a la que realizaba y se cree que la calidad de vida de los afectados es peor que la de aquellas personas que padecen enfermedades como el VIH. El SFC afecta cuatro veces más a mujeres que a hombres y la mayoría de los diagnosticados tienen entre 40 y 50 años. Es una enfermedad muy poco frecuente en niños, aunque se puede presentar en adolescentes.

Al acudir al médico estas personas explican que sienten fatiga y que aunque duerman no descansan, empiezan a tener fallos de memoria y de concentración y dolores musculares y de cabeza.

Uno de los principales problemas de esta patología es la dificultad del diagnóstico, ya que los síntomas pueden indicar otro tipo de enfermedad. El tratamiento es otro problema, ya que se basa en vitaminas y suplementos probióticos cuyo coste mensual oscila entre 200 y 600 euros.

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