El Curiosity realizó ayer su primer paseo por la superficie marciana, según informaba la NASA en una de sus cuentas de 'twitter' sobre la misión, en donde hacía pública además una imagen de las huellas dejadas por el rover en el planeta rojo.
Dos semanas después de su llegada a Marte y tras comprobar el funcionamiento de algunos de sus instrumentos, la NASA había programado para este miércoles el primer desplazamiento de Curiosity. La agencia espacial estadounidense señaló que la intención es que el robot 'avanzara unos tres metros y luego girara y retrocediera un poco menos'. Las huellas en la imagen muestran que se conseguía el objetivo.
El paseo marciano se producía un día después de que se conociera que el sensor de viento del robot, desarrollado en España, se estropeaba en el aterrizaje al chocar contra una roca en el descenso, según confirmaba el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Felipe Gómez.
En cuanto a la 'avería', el científico apuntó que 'todavía no se sabe si lo que se ha dañado son las conexiones, el ensamblaje o el 'boom' -pitorro que sobresale y donde están los sensores-'. 'Pero, pese a lo sucedido, lo conseguido hasta ahora sigue siendo un éxito', remarcó Castañer.
PRIMERAS PRUEBAS
En estas dos primeras semanas Curiosity ya ha estirado su brazo robótico de 2,15 metros de longitud, una torreta de instrumentos que incluye una cámara, un taladro, un espectrómetro, un cucharón que funcionará como pala, y un colador para separar las muestras de rocas pulverizadas y suelo.
También utilizó un láser con el que pulverizó una roca del tamaño de un puño para comprobar su buen funcionamiento.
El paseo marciano se producía un día después de que se conociera que el sensor de viento del robot, desarrollado en España, se estropeaba en el aterrizaje al chocar contra una roca en el descenso, según confirmaba el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Felipe Gómez.
En cuanto a la 'avería', el científico apuntó que 'todavía no se sabe si lo que se ha dañado son las conexiones, el ensamblaje o el 'boom' -pitorro que sobresale y donde están los sensores-'. 'Pero, pese a lo sucedido, lo conseguido hasta ahora sigue siendo un éxito', remarcó Castañer.
PRIMERAS PRUEBAS
En estas dos primeras semanas Curiosity ya ha estirado su brazo robótico de 2,15 metros de longitud, una torreta de instrumentos que incluye una cámara, un taladro, un espectrómetro, un cucharón que funcionará como pala, y un colador para separar las muestras de rocas pulverizadas y suelo.
También utilizó un láser con el que pulverizó una roca del tamaño de un puño para comprobar su buen funcionamiento.
