Localizan focos en San Xoán de Río y además se da casi por segura su presencia en Manzaneda
La avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus) llama a las puertas de Valdeorras. Agentes forestales de la Consellería do Medio Rural localizaron focos de este insecto capaz de acabar con la vida de un árbol en los sotos de San Xoán de Río, y las que podrían ser señales de su presencia en Manzaneda. Estas últimas fueron informadas por la oficina de Castro Caldelas del Distrito XIII para que los técnicos de la Xunta determinen si se trata del temido insecto, según apuntaron fuentes próximas a la Xunta de Galicia.
La llegada de la avispilla del castaño en el oriente provincial era esperada por los comercializadores de castaña de una de las zonas productoras más importantes del fruto en Galicia. "Es el fin del castaño si no se trata adecuadamente", afirmaron fuentes de este colectivo.
La plaga no es nueva. Procedente de China, países como Italia, donde provocó una reducción del 80 % en la producción de castaña, ya la sufrieron. Sin embargo, allí lograron detenerla con otro insecto: el Torymus sinensis, que deposita sus larvas en las de la avispilla. Productores y comercializadores gallegos, conscientes de que antes o después el insecto alcanzaría a sus sotos, llevan años reclamando sueltas del parásito.
Sus peticiones se encontraron con la buena disposición de la Consellería do Medio Rural pero con fuertes recelos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama). Sus técnicos temen que la introducción del nuevo insecto en los sotos gallegos pueda afectar a otras especies.
Superadas estas reticencias, la Consellería confirmó en mayo que el personal de Seaga (Servizos Agrarios Galegos SA) había realizado sueltas experimentales.
La medida no logró convencer al sector gallego de la castaña. Fuentes de este colectivo explicaron que las sueltas podrían no haber logrado el resultado perseguido: "No hubo respuesta positiva en el árbol. Tenemos conocimiento de que no funciona".
La Indicación Xeográfica Protexida Castaña de Galicia sigue muy de cerca la evolución de la plaga. Su presidente, Jesús Quintá García, dijo desconocer el desembarco de la avispilla en tierras de San Xoán de Río y el, más que probable, de Manzaneda. En todo caso, considera que la suelta realizada no revistió la entidad suficiente como para comenzar a acabar con la plaga.
"A solta foi experimental, hai que facer soltas masivas se queremos que a plaga non cause moito dano. A que se realizou foi insuficiente", dijo Jesús Quintá. El portavoz de Castaña de Galicia también aludió al mucho tiempo que el sector pide una solución. "Dende a IXP levamos catro anos advertindo. O problema é o Ministerio. Se chegamos tarde, será polas súas reticencias. Nos chamaron esaxerados".
El presidente de Castaña de Galicia se daría con un canto en los dientes si la afección del Dryocosmus kuriphilus a los sotos gallegos fuese inferior a la de Italia. "Sería un éxito ter unha merma do 20 % na producción", comentó.
La avispilla del castaño deposita en las hojas y yemas sus larvas (agallas), produce engrosamientos e impide la fotosíntesis y con ello la salida de flores y frutos, pudiendo llegar a matar el árbol.
