En la calle Profesor Eloi Mira, un panel informativo limita la circulación del casco viejo de O Barco a los vehículos de transporte de mercancías y a los propietarios de garajes. Pese a ello, el Concello se muestra tolerante con quienes incumplen la prohibición y hacen la vista gorda con los coches que circulan por las calles San Roque y Real. Esta situación comenzará a cambiar esta semana. El concejal de Medio Ambiente, Protección Civil e Seguridade Cidadá, Luis Ramos Álvarez, anunció que la Policía Local comenzará a intensificar la vigilancia de los coches estacionados.
'Sólo se permitirá la carga y descarga', afirmó el edil del PSdeG-PSOE. Esta decisión la anunciaba pocas horas después de que la edil del BNG, Isabel Gacio Pacio, pusiese el problema del aparcamiento sobre la mesa en el último pleno municipal. La concejala protestó por los trastornos que causan los coches aparcados a los conductores que intentan guardar sus vehículos en los garajes y también por las multas puestas por la Policía Local a quienes no respetaron los vados. El socialista Luis Ramos descartó que los agentes hubiesen castigado con sanciones económicas a los conductores, tal y como apuntó la nacionalista. 'Se informó, no se multó', aclaró el responsable de tráfico y seguridad ciudadana.
Las dificultades que causan los coches mal aparcados a los conductores que tienen que girar en las estrechas calles del casco viejo para acceder a los garajes obligaron a los agentes de la Policía Local a iniciar las rondas diarias en el casco antiguo. Para el equipo de gobierno, la prohibición acabará con este problema. En todo caso, Luis Ramos descarta que el Concello 'haga caja' multando a los infractores y asegura que los agentes comenzarán informando a los conductores de la prohibición.
Por otra parte, el Concello maneja un proyecto de construcción de un aparcamiento en la Praza de As Airas, que resolverá definitivamente la escasez de plazas de estacionamiento. Pero este proyecto aún no es una realidad por lo que el equipo de gobierno de Alfredo García recuerda que un solar de la calle Elena Quiroga, en la orilla opuesta del río Sil, fue acondicionado para que los conductores puedan dejar sus vehículos. La nueva pasarela peatonal sobre el río Sil permite que la distancia con el casco viejo apenas supere los 200 metros, por lo que podrán usar quienes necesiten ir al casco antiguo.
Las dificultades que causan los coches mal aparcados a los conductores que tienen que girar en las estrechas calles del casco viejo para acceder a los garajes obligaron a los agentes de la Policía Local a iniciar las rondas diarias en el casco antiguo. Para el equipo de gobierno, la prohibición acabará con este problema. En todo caso, Luis Ramos descarta que el Concello 'haga caja' multando a los infractores y asegura que los agentes comenzarán informando a los conductores de la prohibición.
Por otra parte, el Concello maneja un proyecto de construcción de un aparcamiento en la Praza de As Airas, que resolverá definitivamente la escasez de plazas de estacionamiento. Pero este proyecto aún no es una realidad por lo que el equipo de gobierno de Alfredo García recuerda que un solar de la calle Elena Quiroga, en la orilla opuesta del río Sil, fue acondicionado para que los conductores puedan dejar sus vehículos. La nueva pasarela peatonal sobre el río Sil permite que la distancia con el casco viejo apenas supere los 200 metros, por lo que podrán usar quienes necesiten ir al casco antiguo.
