El desvío del tráfico de la carretera N-120 favorece el aumento del número de accidentes en los viales alternativas a la que propuso el Ministerio de Fomento.
La gran cantidad de vehículos, especialmente de camiones, que circulan por la vieja, estrecha y sinuosa N-536 hace que muchos conductores busquen otras rutas para viajar entre O Barco y Ponferrada. Una de ellas fue elegida por David Barrio Arias. Cuando este barquense regresaba de Ponferrada, harto de la lentitud de los trailers, decidió guiar su Ford Fiesta por la OU-80. La cogió en Sobradelo, pero no llegó muy lejos. Un par de kilómetros más allá se salió de la calzada y chocó con el talud en un 'punto negro', cuyo peligro aumenta con la lluvia. Si bien el conductor resultó ileso, su madre, Carmen Arias González, de 75 años, fue trasladada por la ambulancia del 061 al Hospital Valdeorras con lesiones de carácter leve.
'Desvieime por aquí para non ir pola N-536. Veño desde Ponferrada e levo todo o camiño detrás dos camións, a 10 quilómetros por hora. Son trailers moi grandes para unha estrada tan estreita', se quejó David Barrio, mientras informaba del accidente a los agentes de la Guardia Civil de Tráfico.
El de ayer es el tercer accidente que se registra en una vía alternativa a la N-120 desde que el Ministerio de Fomento cortó el tráfico entre O Barco y el túnel de La Barosa (León), el pasado 25 de septiembre. Los siniestros anteriores ocurrieron en la carretera que comunica Rubiá con Santo Tirso (León), en las inmediaciones de este pueblo. También influyó la lluvia, al menos uno de ellos, en el que dos turismos chocaron frontalmente. A estos percances de cierta gravedad hay que añadir los reventones de ruedas, averías y roturas de espejos retrovisores, además de los daños que los camiones causan en los árboles que crecen en las aceras de la villa barquense.
A su vez, los transportistas se quejan del retraso que supone rodear por la N-536 y que en alguna ocasión pasó de los 60 minutos. Esta circunstancia provocó varios avisos de multa para los camioneros cuyos tacógrafos superaron las 45 horas semanales, el máximo tiempo de conducción que permite el Ministerio. Pero el escaso ancho de la carretera alternativa impide aparcar sus camiones a los chóferes que están a punto de sobrepasar el periodo autorizado.
La decisión del cierre fue tomada por Fomento tras descubrir que la estructura tipo pérgola exterior al túnel estaba agrietada, siendo aún una incógnita cuando volverán a circular los vehículos por este tramo de la principal vía de comunicación de Valdeorras. Este desconocimiento fue confirmado ayer por el alcalde de O Barco, Alfredo García Rodríguez, que afirmó que los técnicos del Ministerio se comprometieron en informar de sus planes el próximo lunes.
Un punto negro en una ruta que evita viajar por la N-536
El kilómetro 4 de la carretera OU-801 es conocido por la mayoría de los conductores de Sobradelo (Carballeda) y de O Barco que utilizan esta carretera para evitar la N-536, eludiendo el tráfico del sector de la pizarra. El mal estado del firme, muy desgastado, convierte el vial en una auténtica pista de patinaje cuando caen cuatro gotas de lluvia. Aquí son numerosas las salidas de carretera de vehículos, todas ellas saldadas con heridos, que tienen lugar en este punto.
'Desvieime por aquí para non ir pola N-536. Veño desde Ponferrada e levo todo o camiño detrás dos camións, a 10 quilómetros por hora. Son trailers moi grandes para unha estrada tan estreita', se quejó David Barrio, mientras informaba del accidente a los agentes de la Guardia Civil de Tráfico.
El de ayer es el tercer accidente que se registra en una vía alternativa a la N-120 desde que el Ministerio de Fomento cortó el tráfico entre O Barco y el túnel de La Barosa (León), el pasado 25 de septiembre. Los siniestros anteriores ocurrieron en la carretera que comunica Rubiá con Santo Tirso (León), en las inmediaciones de este pueblo. También influyó la lluvia, al menos uno de ellos, en el que dos turismos chocaron frontalmente. A estos percances de cierta gravedad hay que añadir los reventones de ruedas, averías y roturas de espejos retrovisores, además de los daños que los camiones causan en los árboles que crecen en las aceras de la villa barquense.
A su vez, los transportistas se quejan del retraso que supone rodear por la N-536 y que en alguna ocasión pasó de los 60 minutos. Esta circunstancia provocó varios avisos de multa para los camioneros cuyos tacógrafos superaron las 45 horas semanales, el máximo tiempo de conducción que permite el Ministerio. Pero el escaso ancho de la carretera alternativa impide aparcar sus camiones a los chóferes que están a punto de sobrepasar el periodo autorizado.
La decisión del cierre fue tomada por Fomento tras descubrir que la estructura tipo pérgola exterior al túnel estaba agrietada, siendo aún una incógnita cuando volverán a circular los vehículos por este tramo de la principal vía de comunicación de Valdeorras. Este desconocimiento fue confirmado ayer por el alcalde de O Barco, Alfredo García Rodríguez, que afirmó que los técnicos del Ministerio se comprometieron en informar de sus planes el próximo lunes.
Un punto negro en una ruta que evita viajar por la N-536
El kilómetro 4 de la carretera OU-801 es conocido por la mayoría de los conductores de Sobradelo (Carballeda) y de O Barco que utilizan esta carretera para evitar la N-536, eludiendo el tráfico del sector de la pizarra. El mal estado del firme, muy desgastado, convierte el vial en una auténtica pista de patinaje cuando caen cuatro gotas de lluvia. Aquí son numerosas las salidas de carretera de vehículos, todas ellas saldadas con heridos, que tienen lugar en este punto.
