Miguel Ángel Estévez Valle entró en Cruz Roja Valdeorras en la década de los 80. La labor que desarrolló y desarrolla en la ONG llevó a sus directivos a otorgarle la medalla de plata. La recibió en un acto que se desarrolló en Ribadeo (Lugo) y podrá colgarla al lado de la de bronce, que ya poseía.
¿Esperaba que Cruz Roja le otorgase su medalla de plata?
Llevé una sorpresa. Estaban todos confabulados para que no me enterase. Cuando empezaron a entregar las distinciones y me nombraron me entró un tembleque. Pienso que no la merezco.
Presidió Cruz Roja Valdeorras varios años. ¿Qué recuerdos tiene de aquella época?
De presidente estuve algo más de ocho años. Tengo unos recuerdos muy buenos y la satisfacción de que hicimos cosas buenas.
¿Son agradecidas las personas ayudadas por Cruz Roja?
En general es gente agradecida, aunque hay excepciones. Hace años, unos voluntarios que vendían lotería fueron a una casa. El señor estaba muy mal y la familia ya había avisado a la funeraria y consiguieron reanimarlo. Después, le fueron a vender lotería y no se la quiso. ¡Un señor que les debía la vida! Pero, en general, la gente agradece nuestra ayuda.
¿Cambió la ONG en estos años?
Antes, los voluntarios andaban más con la ambulancia. Ahora, Cruz Roja atiende todo aquello que no cubre la Administración, como la atención a los emigrantes, la ayuda en domicilios o la atención en casos de enfermos de alzhéimer. En la década de los 70, se prestaban muchos servicios en la carretera. En esos años solo se veían nuestras ambulancias. Ahora, se trata más bien de ayudar en situaciones como las que atraviesan las personas que no se pueden mover.
¿La crisis aumentó el trabajo de Cruz Roja?
Hay ayudas para pagar la luz o el alquiler a las familias que las necesitan. En estos momentos, se trabaja mucho en el área de servicios sociales.n
Llevé una sorpresa. Estaban todos confabulados para que no me enterase. Cuando empezaron a entregar las distinciones y me nombraron me entró un tembleque. Pienso que no la merezco.
Presidió Cruz Roja Valdeorras varios años. ¿Qué recuerdos tiene de aquella época?
De presidente estuve algo más de ocho años. Tengo unos recuerdos muy buenos y la satisfacción de que hicimos cosas buenas.
¿Son agradecidas las personas ayudadas por Cruz Roja?
En general es gente agradecida, aunque hay excepciones. Hace años, unos voluntarios que vendían lotería fueron a una casa. El señor estaba muy mal y la familia ya había avisado a la funeraria y consiguieron reanimarlo. Después, le fueron a vender lotería y no se la quiso. ¡Un señor que les debía la vida! Pero, en general, la gente agradece nuestra ayuda.
¿Cambió la ONG en estos años?
Antes, los voluntarios andaban más con la ambulancia. Ahora, Cruz Roja atiende todo aquello que no cubre la Administración, como la atención a los emigrantes, la ayuda en domicilios o la atención en casos de enfermos de alzhéimer. En la década de los 70, se prestaban muchos servicios en la carretera. En esos años solo se veían nuestras ambulancias. Ahora, se trata más bien de ayudar en situaciones como las que atraviesan las personas que no se pueden mover.
¿La crisis aumentó el trabajo de Cruz Roja?
Hay ayudas para pagar la luz o el alquiler a las familias que las necesitan. En estos momentos, se trabaja mucho en el área de servicios sociales.n
