El récord a batir por los lanzadores de azada está en 33,68 metros. Lo fijó este martes, 24 de junio, Jovito Arias en la primera edición del Campionato local de lanzamento de aixada, que se desarrolló en Éntoma, afortunadamente, sin daños personales. En la prueba compitieron 22 mozos. Pero también hubo categoría femenina, logrando la mejor marca Blanca Peral con 18,90 metros. El artífice de la prueba, Raúl Díez, entusiasmado por la respuesta vecinal, piensa en construir un campo de juego para este nuevo deporte.
El deporte del verano en O Barco ya tiene nombre, y no es el voley playa o el disco volador, se trata del lanzamento de aixada, que el martes, 24 de junio, tuvo su primer campeonato en Éntoma (O Barco). La prueba no pudo comenzar de mejor manera, con 21 competidores en la categoría masculina y seis en la femenina. A esta numerosa afición, que ya obliga a pensar en crear una federación, hay que añadir el buen nivel demostrado por todos ellos, que consiguieron finalizar la prueba sin daños personales.
Ganó Jovito Arias, cuyos tres lanzamientos sumaron 89,98 metros, también logró la tirada más larga, de 33,68 metros. Ao ser alto ten máis vantaxe, explicaba convencido un espectador, demostrando que aquí hay cantera de críticos deportivos.
Aunque en principio, la organización no preveía su participación, al final también hubo categoría femenina. Venció Blanca Peral, con 18,90 metros.
Todos los competidores demostraron estar en buena forma física y que la verbena de las Festas de San Xoán apenas les afectó. Incluso la organización estuvo a la altura de las circunstancias y solventó en un instante la imprevista rotura del mango de una azada. El creador del evento deportivo, Raúl Díaz, había pensado esta posibilidad.
Cuando el público se preparaba para abandonar el campo antes de tiempo, ya había colocado el segundo mango.
Las evoluciones de estos presuntos deportistas fueron seguidas por medio centenar de personas. Este éxito sorprendió incluso a los más optimistas. Tal es así que Raúl Díaz afirmaba, una vez finalizada la competición, que o ano que ven hai que facer un campo de lanzamento de aixada. Es de prever que el futuro terreno de juego se acondicione algo más lejos de la línea ferroviaria Palencia-A Coruña. Evitaría que esa azada que se salió de los límites del campo pudiese acabar, como así sucedió ayer, en la trinchera sobre la que circulan los trenes. En esta ocasión, el escaso número de trenes que circulan por esta vía, redujo al mínimo cualquier riesgo de un accidente ferroviario.
Otro aspecto que deberán perfeccionar los organizadores es el reglamentario. Para o ano próximo hai que traer tiritas para as bocas, comentó el organizador, harto de discutir cada lanzamiento con unos u otros. No hubo expulsiones, y mejor así, pues una discusión en una prueba de lanzamiento de azadas nunca se sabe como puede acabar, pues es de todos sabido que las carga el diablo.
Los clavadores de puntas también compiten
Otro campeonato singular, que se desarrolló en el deportivo pueblo barquense de Éntoma, fue el de clavadores de puntas. Participaron 33 competidores, produciéndose un cuadruple empate. Cuatro participantes clavaron 16 piezas de 20x100 clavadas en un minuto. En el desempate ganaron Robert Arias y Rubén Silva, rebajando el rércord a 15 puntas.
Ganó Jovito Arias, cuyos tres lanzamientos sumaron 89,98 metros, también logró la tirada más larga, de 33,68 metros. Ao ser alto ten máis vantaxe, explicaba convencido un espectador, demostrando que aquí hay cantera de críticos deportivos.
Aunque en principio, la organización no preveía su participación, al final también hubo categoría femenina. Venció Blanca Peral, con 18,90 metros.
Todos los competidores demostraron estar en buena forma física y que la verbena de las Festas de San Xoán apenas les afectó. Incluso la organización estuvo a la altura de las circunstancias y solventó en un instante la imprevista rotura del mango de una azada. El creador del evento deportivo, Raúl Díaz, había pensado esta posibilidad.
Cuando el público se preparaba para abandonar el campo antes de tiempo, ya había colocado el segundo mango.
Las evoluciones de estos presuntos deportistas fueron seguidas por medio centenar de personas. Este éxito sorprendió incluso a los más optimistas. Tal es así que Raúl Díaz afirmaba, una vez finalizada la competición, que o ano que ven hai que facer un campo de lanzamento de aixada. Es de prever que el futuro terreno de juego se acondicione algo más lejos de la línea ferroviaria Palencia-A Coruña. Evitaría que esa azada que se salió de los límites del campo pudiese acabar, como así sucedió ayer, en la trinchera sobre la que circulan los trenes. En esta ocasión, el escaso número de trenes que circulan por esta vía, redujo al mínimo cualquier riesgo de un accidente ferroviario.
Otro aspecto que deberán perfeccionar los organizadores es el reglamentario. Para o ano próximo hai que traer tiritas para as bocas, comentó el organizador, harto de discutir cada lanzamiento con unos u otros. No hubo expulsiones, y mejor así, pues una discusión en una prueba de lanzamiento de azadas nunca se sabe como puede acabar, pues es de todos sabido que las carga el diablo.
Los clavadores de puntas también compiten
Otro campeonato singular, que se desarrolló en el deportivo pueblo barquense de Éntoma, fue el de clavadores de puntas. Participaron 33 competidores, produciéndose un cuadruple empate. Cuatro participantes clavaron 16 piezas de 20x100 clavadas en un minuto. En el desempate ganaron Robert Arias y Rubén Silva, rebajando el rércord a 15 puntas.
