El 'puente' de la Constitución concentra el índice más alto de sacrificio domiciliario de cerdos

Humedad y falta de frío amenazan la calidad de los productos de la matanza domiciliaria

Trabajos en una matanza domiciliaria de Éntoma.
La elevada temperatura y la humedad amenazan con pudrir la carne de la matanza. Esta situación se da en el Puente de la Constitución, el más aguardado por quienes mantienen viva la matanza domiciliaria del cerdo en la provincia, una tradición que va a menos, al igual que escasean las familias que crían estos animales. Con independencia de la fórmula elegida para alimentar a los cerdos, casi todos son aturdidos con unas pistolas perforadoras que todas las campañas causan serias lesiones a los usuarios despistados.
El termómetro marcaba ayer 12 grados en O Barco, donde llovió de forma intermitente. La elevada temperatura, poco frecuente en esta época del año, y la humedad amenazan con arruinar las matanzas domiciliarias de cientos de familias en la provincia. El problema no sería demasiado grave tratándose de un fin de semana cualquiera, pero se trata del Puente de la Constitución, aguardado en muchos domicilios para matar el cerdo y mantener viva una tradición que va a menos.

Los veterinarios sitúan la temperatura óptima entre los seis y los ocho grados, muy por debajo de los 12 registrados ayer en localidades como O Barco. Además, para que la carne pueda curar adecuadamente el ambiente debe ser seco, no lluvioso como sucedió en la jornada de ayer. Si no se dan estos factores, los chorizos y jamones pueden pudrir, como apuntó el veterinario valdeorrés, Manuel Fernández. Además, una alta humedad favorece la aparición de la mosca que estropea el jamón al depositar en él sus larvas. Sin embargo, estos insectos aún no fueron vistos, al menos por el momento, lo cual invita a descartar provisionalmente este problema añadido.

Una forma de combatir la humedad y las temperaturas elevadas es la colocación de ventiladores, un método que apuntó una vecina de Éntoma (O Barco), que ya lo usó el año pasado. También intensificó el ahumado de la carne, lo que favoreció el curado de los chorizos. Pero este método tiene su coste y no todos están dispuestos a pagarlo, por lo que la mayoría de las familias se conforman con el ahumado.

La integridad física del animal no es la única que se ve amenazada durante la matanza, también los matachines deben preocuparse de manejar debidamente la pistola de clava perforada,. La usan para aturdir al animal, tal y como marca la Ley. Su sensible disparador y el despiste de algún que otro usuario, llevan fracturado un buen número de huesos de la mano, según apuntaron fuentes de las fuerzas de seguridad, que recomiendan precaución.

En el Puente de la Constitución se generaliza la matanza del cerdo, animal que cada año se compra más en las granjas. Su precio es unas tres veces inferior a los aproximadamente 800 euros del criado en casa, cuyo sabor particular está amenazado de extinción.

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