La crisis de las pizarreras provocó un descenso del 25% en la actividad de las empresas auxiliares

El Juzgado Mercantil de Lugo permite pedir el paro a 120 operarios de Cupiga y Pebosa

Asamblea  celebrada en Quiroga en septiembre
Los últimos 120 trabajadores de las pizarreras lucenses Cupiga y Pebosa comenzaron a tramitar las solicitudes del subsidio de desempleo, una vez que el Juzgado Mercantil de Lugo decretó la extinción de sus contratos. Muchos de ellos se anotaron en la oficina del Inem de O Barco, donde comienzan a inscribirse los despedidos del sector pizarrero y de las empresas auxiliares. La venta de maquinaria a las pizarreras descendió aproximadamente un 25%, provocando una “situación crítica”, según un empresario.
“Casi me vuelvo loca. Ahora quiero olvidarlo. Ya me buscaré otro trabajo y si no es en la pizarra, en otra actividad”. Estas explicaciones las dio este miércoles, 18 de diciembre, Ana Méndez, una trabajadora de la pizarrera de Quiroga (Lugo) Cupiga. En las próximas horas acudirá a la Oficina del Inem en O Barco para incorporarse a las listas del desempleo de la comarca, formadas por 1.771 trabajadores, y a las que en los últimos días se sumaron muchos de sus compañeros.

La extinción de los contratos laborales de Cupiga y Pebosa, decretada por el Juzgado Mercantil de Lugo, concentró en las últimas horas a un buen número de sus ex trabajadores en las oficinas barquenses del Inem, ubicadas en la Casa Grande de Viloira. Una decisión judicial dio por finalizada la relación entre empresa y empleados con fecha 30 de noviembre, para los 35 operarios que aún seguían en Pebosa, y uno de diciembre para los 85 de Cupiga.

Una vez que los trabajadores aseguraron el subsidio por desempleo, los sindicatos reclamarán indemnizaciones de 45 días por año trabajado, que son las que corresponden a los despidos improcedentes. Lo apuntó el responsable de CC.OO. en Valdeorras, Luis Alba, quien señaló que el Juzgado Mercantil sólo autorizó el pago de 20 días por año. “No entendemos el criterio seguido, pues se van a liquidar las dos empresas”, indicó.

Las extinciones de Cupiga y Pebosa dejaron en la calle a 120 trabajadores, pero no son los únicos. “Las canteras están echando gente”, asumió un pizarrista. Quizás, diciembre no es el mejor mes para vender pizarra, pues la llegada de una meteorología adversa sume en el letargo a la colocación de cubiertas, pero este año “llueve sobre mojado” a los productores de pizarra. Sus almacenes se llenan de palés, sin que puedan ver el final de esta crisis. “Decembro é un mes perdido pois non se vende pizarra e agora con máis razón. Para o ano que ven o pesimismo está xeralizado”, comentó otro pizarrista.

La caída de la actividad en el sector pizarrero arrastra consigo al entramado de empresas auxiliares. Son una veintena y generan más de un centenar de empleos directos. “As ventas están moi flouxas. Baixaron sobre un 25%. A situación é crítica e antes de fin de ano teño que quitar a un rapaz dos oito que teño traballando”, comentaba Ángel López, responsable de una distribuidora de maquinaria para las pizarreras.

Las medidas paliativas impulsadas, como los seis millones de euros que la Consellería de Traballo asignó a los municipios pizarreros -los valdeorreses Carballeda y O Barco, además de los lucenses Folgoso, Monforte, Quiroga y Ribas do Sil- podrían no ser suficientes. Así lo estima el sindicato CC.OO., que plantea la necesidad de ir pensando en programas más ambiciosos.

Pero el fuerte incremento del paro anual en Valdeorras -un 28,3%, en el mes de noviembre- no se está traduciendo en largas colas de desempleados ante las empresas de producción de pizarra. “Non hai moita xente pedindo traballo”, comentó un empresario del sector. Inmediatamente, apuntilló que “quizais sexa porque non é o mellor momento para solicitalo”.


CRISIS

Las exportaciones de pizarra acumuladas hasta el mes de agosto descendieron de 451.843 a 389.975 toneladas, entre 2007 y 2008.

Los problemas para encontrar financiación, así como la alta morosidad, están entre las principales causas de la crisis que atraviesa el sector.

También influye el mal momento que atraviesa el sector de la construcción en los países importadores de la roca.
t La inmovilidad de los precios, a pesar del aumento de los costes de producción, es otra causa de los problemas.

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