La presencia de ejemplares con manchas y defectos de formación preocupa a los vecinos

Los pescadores alertan de truchas muertas en O Barco

Trucha muerta recuperada en el Sil
La aparición en el tramo barquense del Sil de varias truchas muertas preocupa a los pescadores, quienes temen que sea consecuencia de la posible contaminación del río. El último ejemplar lo fotografió Francisco Crespo, quien indicó que su peso rondaba los cuatro kilos y que apareció en las inmediaciones de la pasarela del área recreativa de 'O Salgueiral'. Esta muerte la libró de la sartén pero no de acabar en un contenedor de la recogida de basura.
Explicó que la trucha estaba cubierta por manchas de origen desconocido, pero que podrían guardar relación con su muerte. 'Un pescador a colleu cando acababa de morrer por esas manchas', según dijo. Añadió que no es el único ejemplar que aparece muerto en el Sil, a su paso por O Barco, pues otro vecino descubrió otro de casi un kilo en la zona de la nueva pasarela, hace un par de semanas.

Este barquense comentó que el sabor de los ejemplares pescados en el Sil es peor que el de los capturados en cauces de otros ríos, como los de montaña. El problema surge cuando el pez está enfermo por la posible contaminación del agua.

El presidente de la Asociación de Pesca de Valdeorras, José Manuel Pinto, dijo desconocer la aparición de truchas muertas. Sin embargo, aseguró haber visto ejemplares con manchas sobre el cuerpo. Es más, afirmó haber capturado piezas de tamaño reducido aquejadas de pequeños defectos. Explica que alguno de ellos tenía el lomo curvo, mientras que la boca de otro era 'defectuosa'.

Los pescadores culpan a los hongos de las manchas que aparecen sobre los costados de las truchas. Su presencia puede ser favorecida por una posible falta de oxígeno en el río Sil. 'As troitas grandes necesitan máis osíxeno, son máis delicadas que os peixes', comentó José Manuel Pinto.

El colectivo considera que el fondo del cauce del Sil debería limpiarse de forma periódica. Añade que al retirar las algas para la temporada de baño, sale al descubierto un limo que si se remueve desprende un olor acre, como si el barro estuviese podrido.

La Confederación Hidrográfica Miño-Sil desconocía ayer que hubiesen aparecido truchas muertas en el río Sil. A pesar de ello, anunció la inmediata visita de un equipo de técnicos para comprobar el estado del río a su paso por la villa barquense.


BAÑISTAS

Los conocedores del río descartan que el estado del Sil pueda afectar a los bañistas. Recuerdan que las truchas son 'delicadas', que la Consellería de Sanidade toma muestras cada 15 días y que los últimos registros permitían el baño en el Paseo del Malecón.

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