El alero del Básquet Coruña, rival hoy del COB, se curó de forma milagrosa de una lesión que lo pudo dejar cojo
El COB se mide esta noche a un Básquet Coruña equilibrado y al alza pero en el destaca sobre el resto el georgiano Beka Burjanadze. El rendimiento de un híbrido de perímetro y zona es extraordinario pero su historia personal eclipsa el juego o incluso un futuro brillante.
"Todavía hoy rezo cada noche para dar gracias por la vida que tengo y por poder jugar al baloncesto", explica Beka.
El balón de basket fue su pasión desde que tiene recuerdos pero a los ocho años una rotura en uno sus talones cambió su vida.
"Los médicos le dijeron a mis padres que no podría hacer ningún deporte y que tendría cojera para el resto de mi vida", desvela.
Su madre no aceptó ese diagnóstico. Ayer, mientras Beka realizaba esta entrevista, escuchaba a su lado esperando para salir a pasear: "Por fin ha parado de llover. Le gusta mucho A Coruña pero se tiene que ir dentro de una semana".
Su madre obró parte del milagro. Primero vendió el piso y el coche para que Beka pudiese operarse en Alemania. Pero el resultado no fue el esperado. Beka seguía sin poder caminar.
A la desesperada recurrieron a un curandero que vivía en medio de la nada. "Me salvó la vida", dice el protagonista de una historia que le hace emocionarse cuando la cuenta: "Me echaba una masa que hacía con grasa de oveja y una crema que se llama mumia y me curó". Su castellano es perfecto pero es inevitable insistir: "¿Médicos? No, no. Me salvó este anciano. Era una casa muy vieja y con goteras. Llegaba, me echaba la masa y me iba. Los médicos me dijeron que no volvería a jugar. Este señor me salvó y le rezo a diario".
Sevilla, con Diego Ocampo
Su padre murió cuando tenía 10 años pero el talento que mostró Beka desde siempre lo fue confirmando año tras año hasta que el Baloncesto Sevilla lo fichó con 18 años. Todos los esfuerzo de su madre, su única familia, habían servido para algo. Beka Burjanadze sería jugador profesional.
En Sevilla, el ourensano Diego Ocampo fue uno de los entrenadores que lo pulió: "Es un extraordinario entrenador. Trabajaba conmigo todos los días incluyendo los días en los que el equipo tenía descanso. Pero sobre todo es una gran persona. He hablado con él esta semana. Tiene una familia preciosa y me alegro mucho por él. Se merece todo lo bueno que le pueda pasar".
Esta noche será la principal amenaza para un COB en el que también tiene buenos amigos: "Con Kyle (Rowley) hablo casi todos los días. No estoy preocupado por él. No le están saliendo bien las cosas pero estoy convencido de que saldrá adelante. Max (Salash) es un gran chico y tiene mucha calidad. También a él le llegarán grandes momentos".
Cuatro veces MVP
Mientras, Beka Burjanadze colecciona MVP's: "Llevo cuatro. Lo sé seguro porque son las meriendas que he pagado a todo el equipo -se ríe-. No pienso en eso. Solo pienso en seguir mejorando todos los días, en trabajar muy duro y en tener los pies en el suelo". Y añade: "No pienso en llegar a la ACB o no. Estaría bien pero llegará si tiene que llegar. ¿Con el COB? Estaría muy bien -vuelve a reír-".
Llegará. Fuenlabrada lo sigue de cerca y no es el único pero antes, esta noche, lo sufrirá el COB: "Es un derbi y eso lo hace más atractivo para los aficionados pero para nosotros es un partido igual de importante y complicado como los anteriores". Para él, la oportunidad de seguir disfrutando con una pasión que sigue vigente gracias a la perseverancia de su madre. Enhorabuena a los dos. Feliz paseo.
