Nueva victoria del COB en el Pazo, solventando en los últimos minutos un partido complicado contra el colista de la categoría
Si a usted le retrae un partido en el Pazo por la supuesta superioridad del COB contra cualquier rival que no sea el Burgos o el Breogán, no se preocupe. El equipo de Gonzalo García está dispuesto a obsequiarle, siempre, con un emocionante encuentro, aunque el visitante sea el colista de la liga.
Tocaba un joven Axarquía, filial del Unicaja Málaga de la Liga ACB, liderado por un prometedor muchacho de 39 tacos llamado Ricardo Guillén, autor de 28 puntos.
10 derrotas seguidas antes de visitar Ourense, y bien que dispusieron de opciones de llevarse una alegría. La falta de intensidad del COB primero, la mezcla de ansiedad y desesperación después, complicaron un partido que algunos auguraban un paseo triunfal antes de disputarse. Ingenuos.
Una vez más se comprobó que la teoría debe demostrarse en la cancha. La diferencia entre ambos equipos es notable, pero ni los nombres ni las camisetas ganan partidos. Se repitió, en cierta forma, lo vivido contra el Coruña hace dos semanas. El instinto asesino y ganador del COB sólo apareció en contadas ocasiones.
Puede ser -y no sería extraño- que este equipo rinda mejor en los partidos más importantes, contra rivales de mayor enjudia. Puede ser que afronte los 'sencillos' con el lógico deseo de ganar pero sin el empeño necesario, hasta que la cosa se complica bastante.
En consonancia, puede ser que el público del Pazo sólo apabulle al rival y sea un factor determinante cuando se enfada con el árbitro.
