El equipo ourensano se impuso al Huesca en un partido sin brillo e igualado, y suma su décima victoria a domicilio esta temporada en la Adecco Oro
El Club Ourense Baloncesto volvió al coliderato de la LEB Oro tras imponerse a domicilio al Huesca por 76-86.
No fue un buen partido en general de los de García de Vitoria, que aprovecharon un buen primer y último periodo, además de un inconmensurable partido de Chase Fieler (22 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias), para sumar su décima victoria lejos del Pazo.
En un inicio que ya no sorprende, el COB comenzó mandando en el marcador. Intenso en defensa y muy acertado en ataque, el conjunto ourensano abrió una brecha en el marcador de 16 puntos (13-29) a los cuatro minutos de juego que encendieron las alarmas oscenses. A partir de ese momento, el Huesca aterrizó en el partido y acortó ligeramente la ventaja a final de periodo, 20-32.
En el segundo acto el Club Ourense Baloncesto se dejó la intensidad entre las toallas del banquillo. Sin brillo en defensa y errático en ataque (fallaron los cinco primeros ataques), los locales endosaron un 6-0 de parcial en los primeros minutos de juego, suficiente para que el joven equipo oscense creyese en la victoria. De esta forma, tuvieron que pasar cinco minutos para que Suka- Umu rompiese la racha negativa (28-36). Aún así, la tendencia siguió empujando al COB al ritmo de juego que le interesaba a los de Quim Costa, llegando al descanso, 40-46.
El paso por el vestuario no revertió la situación. El Huesca se mostraba cómodo en cancha y los ourensanos arrastrados al impulsivo juego local. Tanto fue el cántaro a la fuente que a final de periodo, Zhigulin, con un triple, puso al anfitrión por encima (63-61).
Sin embargo, en el cuarto final, reapareció la mejor versión del COB. Dos parciales, de 0-6 y 0-7 respectivamente, dieron una pequeña renta de ocho puntos (66-74) a los ourensanos, que con tres minutos por jugar fue suficientes.
Al final, en medio de un intercambio de canastas y ataques erráticos por ambos lados, el equipo ourensano sumó una sufrida victoria, 76-86, que le permite seguir soñando por un objetivo ambicioso. La siguiente parada, el sábado ante Básquet Coruña en el Pazo Paco Paz.
