Opinión

Los 90 años de Joaquín Nieves

Hay profesiones que suponen un verdadero sacerdocio y una de ellas es el periodismo. Traigo hoy el recuerdo de Joaquín Nieves, (“Joni”o “Incognitus” son algunos de sus pseudonimos). Un periodista de raza que acaba de cumplir 90 años y sigue con la misma actividad de cuando tenía unos cuantos menos. Becario del “Ya”, corresponsal de “Marca”, de la “Cadena SER”, del diario “La Cronica de León”, ex director de “Ayer y Hoy”, “Meta” y “Corner”, ex delegado de la Agencia EFE en León. Su tesis versó sobre el “Periodismo en la comarca verinense”, dirigida por Jose Altabella. En un extraordinario en “La Region”, éste la destacó como uno de los estudios más interesantes del periodismo en la provincia.

Ha conocido y trabajado con periodistas legendarios, entre otros, Miguel Delibes, Ernesto Giménez Caballero, Luis María Anson, Bartolomé Mostaza, Felix Morales, Augusto Assía, Enrique de Aguinaga… E incluso el ahora célebre Alfonso Arteseros, antiguo documentalista y presentador de “España en la Memoria” en Intereconomía, le ha pedido documentación para alguno de sus programas.Es la memoria viva de Verín. Rezuma verinismo por todos los poros de su piel. Asombra el profundo conocimiento que posee de la intrahistoria de nuestra villa. Es también autor del anexo sobre jugadores míticos del “Verín C.F.” en la página web del equipo. Depositario de una fuente inagotable de anécdotas, sucedidos, incluso secretos (la estancia en el Balneario de Caldeliñas del conocido Romasanta, el lobishome de Allariz, o el intento de asesinato de Napoleón en León, por ejemplo) y que se han plasmado en algunos de sus libros. Uno de ellos, “De ayer y de hoy, Ráfagas leonesas”, tuve el honor de presentarlo y acompañarle en el estrado en junio de 2010, en el Amaro Refojo de Verín, en un emotivo acto.

Gracias, Quinito, por llevar a Verín en el corazón. Gracias por tu trayectoria, por tu obra, por tu generosidad. Hasta gracias por no faltar a ningún Entroido, esperando que lo sigas haciendo durante muchos años y que te encuentres algún día a tu admirado Juan Manuel de Prada desayunando en tu mesa contigua del “Lugano”, vuestro hogar en la villa.

Te puede interesar