Opinión

Abanca, una nueva oportunidad

Una nueva oportunidad de hacer país, de hacer banca, de financiar las ilusiones, proyectos y necesidades de familias, autónomos y empresas, de dinamizar y revitalizar la economía gallega, de crear ese músculo financiero capaz de inyectar recursos a nuestra sociedad. En definitiva, una nueva oportunidad de crear un proyecto nuevo que finiquite para siempre una etapa oscura, llena de avaricia desmedida y donde las miserias humanas se mostraron en toda su crudeza.

Soy de esas personas que confía en sus semejantes, que quiere creer en los proyectos que se le presentan, que intentan arrimar el hombro cuando se trata del interés general de la ciudadanía. ¿Idealismo?, seguramente, pero un idealismo realista, que cree en la colaboración y en la mano tendida y en las nuevas oportunidades, por ello mi voto de confianza a una nueva entidad financiera que puede y debe contribuir positivamente a nuestra recuperación económica y social. Y a la que le pediría altura de miras, aun a riesgo de ser egoísta, con el sur de Galicia. Con Vigo, porque su ciudad y su entorno esta llamado -ya lo es- a ser el verdadero motor económico e industrial de nuestra comunidad, ejerciendo como tractor y catalizador de la misma. Con Ourense, porque es simple y llanamente cuestión de supervivencia económica, social y demográfica.

Un Ourense, donde los sectores, ganadero, agrícola, forestal, vitivinícola, deben recuperar hegemonía como líneas de actuación que contribuyan a fijar población en nuestra provincia, acoplándose  en su desarrollo a las nuevas tecnologías para que estas permitan cubrir las necesidades reales del mercado y garanticen retorno contrastado de las inversiones efectuadas. Como también debemos convertir la riqueza termal de Ourense en el modelo del cambio productivo que tanto necesitamos. De ahí la importancia de que Ourense sea realmente una provincia termal, siendo básica su implantación para nuestro desarrollo.

Termalismo no solo es el tratamiento de aguas o unidades hoteleras, sino toda la industria auxiliar complementaria y de servicios que se pueden derivar de la matriz, con lo cual estaremos generando valor añadido, rentabilidad y futuro a múltiples y diferentes sectores económicos provinciales, llámese comercio, hostelería o nuevas actividades económicas que sepan innovar y capitalizar los resultados de una política termal y los diferentes tratamientos que a las aguas se le puedan dar.
El termalismo es y debe ser un eje fundamental en nuestra economía, el referente por lo que nos visiten, convirtiéndose así en nuestra tarjeta de presentación y en nuestra imagen de provincia, que actúe como reclamo para que paren, conozcan, disfruten y consuman, en una provincia llena de un paisajismo natural, tan excepcional como nuestra gastronomía. Esta es la letra, ya veremos cómo suena la música y cómo la tocan los "músicos", ya que el que desafine, simplemente que se dedique a otro menester, que la ciudadanía ya no está ni para escuchar estridencias ni para soportar incompetentes, y menos si estos nos cuestan dineros de nuestros impuestos. ¿Queda claro, no? Porque yo lo tengo cristalino.

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