La Jornada Mundial de la Juventud es el evento organizado por la Iglesia Católica para reunir a los jóvenes de todo el mundo. Comenzó celebrándose anualmente en cada diócesis del mundo el Domingo de Ramos, con una ceremonia principal en el Vaticano. Sin embargo, cada dos o tres años se hace un gran encuentro internacional en una ciudad sede, con una ceremonia presidida por el papa.
Esta forma de celebración nació en 1984, en el Papado del Beato Juan Pablo II, para incentivar la participación juvenil en la Iglesia. La última se celebró desde el 15 al 20 de julio de 2008 y la próxima tendrá lugar en Madrid, España, del 16 al 21 de agosto próximos.
Benedicto XVI nos invitó a asistir a la Jornada Mundial de la Juventud de Sydney, en el año 2008, donde vivimos una gran fiesta de la fe y donde el Espíritu de Dios actuó con fuerza, creando una intensa comunión entre los participantes llegados de todas partes del mundo.
Aquel encuentro ha dado frutos abundantes en la vida de muchos jóvenes. Ahora, el lema del encuentro de Madrid es: 'Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe'.
En un momento en el que Europa tiene que volver a encontrar sus raíces, tanto los que comparten nuestra fe como los que vacilan, dudan o no creen, pueden vivir esta experiencia que puede ser decisiva para su vida. La fe cristiana no es sólo creer en la verdad, sino sobre todo una relación personal con Jesucristo. El encuentro con el Hijo de Dios proporciona un dinamismo nuevo a toda la existencia. La cultura actual en Occidente tiende a excluir a Dios o a considerar la fe como un hecho privado sin ninguna relación en la vida social. El relativismo se ha difundido y para el hombre actual parece que todo da lo mismo.
La Iglesia cuenta con vosotros. Necesita vuestra fe viva, vuestra caridad creativa y el dinamismo de vuestra esperanza. Vuestra presencia renueva la Iglesia, la rejuvenece y le da un impulso nuevo. Queridos jóvenes, os reitero la invitación a asistir a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid. Con profunda alegría, Benedicto XVI os espera a cada uno personalmente. A lo largo de este año os habéis preparado intensamente para la cita de Madrid con vuestros obispos, sacerdotes y responsables de la pastoral juvenil en las diócesis, en las comunidades parroquiales, en las asociaciones y los movimientos cristianos. La calidad de vuestro encuentro dependerá, sobre todo, de la preparación espiritual, de la oración, de la escucha en común de la palabra de Dios y del apoyo recíproco.
