El movimiento se demuestra andando y el 15-M no fue una excepción. La de Compostela fue la primera acampada que metió en la mochila un par de mudas y mucha 'indignación' para iniciar la marcha hacia Madrid, marcha que terminó el 23 de junio en la Puerta del Sol. Los indignados son grupos de jóvenes que participan en un programa de la Unión Europea con el que se pretende que se conozca la democracia y cuales son las herramientas que puede utilizar. Esto no hay mejor forma de aprenderlo que viviéndolo en concreto. La marcha se hacía por etapas con una asamblea al final. La primera que se celebró fue en 'O Pino'. Un grupo de jóvenes parte de A Coruña rumbo a Madrid.
El mensaje del 15-M es el de defender a los pueblos, llamar la atención de la sociedad y exponer el mensaje.
Inicialmente eran un grupo de 40 jóvenes, que esperan que cada día se le unan vecinos de los pueblos por los que irán pasando y también otros de Santiago de Compostela, que por motivos de estudios no pudieron entonces abandonar la capital de Galicia. A los 40 indignados se les unió un grupo de 25 jóvenes de Galicia y Portugal. Los compostelanos han sido los primeros en levantarse y caminar, pero esperamos que no sean los últimos ni los únicos. En Ponferrada todos los gallegos confluirán en una sola marcha a la que se unieron: asturianos, leoneses y portugueses.
La del norte es una de las muchas rutas de la península. También salieron indignados de Valencia, Extremadura, Barcelona, el País Vasco, la Rioja, Castilla y Andalucía. El objetivo es: 'Todos con un mismo ideal, llegar a Madrid', compartiendo camino y experiencias, sumar adhesiones, esparcir sus reivindicaciones por todo el territorio español para entre todos construir un mundo mejor, más humano y más justo. Los Indignados ponen de manifiesto que hay que cambiar muchas cosas. Las instituciones que son puntales de la democracia se mostraron incapaces de despertar credibilidad por encima de la confianza y del miedo. Detrás de la indignación o de la marcha de los indignados hay una crítica de la democracia que nos presenta unos políticos que se identifican demasiado con los poderosos, con el ansia de loas y ambiciones de riqueza en manos de unos pocos, de falta de ética.
Esto nos está diciendo que no es solo una emoción o una moda. La indignación no es solo visceral. Hay razones validas para la preocupación.
El Movimiento 15-M debe perder el miedo para acabar con la falsa democracia que estamos viviendo.
García Calvo sostiene que todo el mundo ha visto como el camino del gran capital y del dinero llevó a Islandia al desastre.
Ante la reforma de la Constitución 'resucitaron'. Los Indignados y miles de personas se sumaron a las manifestaciones convocadas en las principales ciudades españolas por el Movimiento del 15-M bajo el lema: No a la reforma de la Constitución. ¡Ni un paso atrás!.
Los Indignados por el 'Reformazo' se manifestaron en Madrid el 29 de agosto para exigir que se someta a referéndum la reforma de la Constitución. Los manifestantes, unos 2.000, corearon consignas contra el 'Reformazo' constitucional. La mayoría pacífica del 15-M obliga a revisar la estrategia policial. La marcha laica, crítica con la visita del Papa ha alterado muchos esquemas anquilosados tanto de parte de los indignados como de la policía. El movimiento del 15-M en Ourense obligó a cerrar los bancos el uno de septiembre y convocó el treinta y uno de agosto decenas de manifestaciones en toda España contra la reforma constitucional pactada por el PP y PSOE.
