Opinión

La pobreza en la ciudad de Ourense

La pobreza no conoce fronteras, por ello la ciudad de Ourense tampoco se escapa de las garras del hambre y de la pobreza. Las estadísticas nos repiten una y otra vez que la ciudad de Ourense se encuentra entre las cinco más pobres de España. En nuestra ciudad y provincia tenemos muchos pobres aunque no nos entren por los ojos y los políticos y los medios de comunicación intenten ocultarlo hablándonos de un desarrollismo que margina a miles de personas. En 1998, el delegado de Cáritas Diocesana nos decía que un total de 95.000 personas viven bajo mínimos. Un estudio encargado por Cáritas a la Fundación Proesa situaba a nuestra provincia entre las cinco más pobres de España. El año 2008, Cáritas Diocesana afirmaba que el 40% de la población de Ourense vive en el umbral de la pobreza. La pobreza no tiene sexo, ni edad, ni nacionalidad. Dos mil familias ourensanas viven con menos de 400 euros al mes. Todos los informes sitúan a Ourense entre los índices más altos de pobreza. La gran injusticia es que haya pobres y que sigan aumentando. Un 32% de los hogares ourensanos viven con menos de 60 euros al mes, y 1.440 personas, un 4,54% de nuestra población, no tiene ningún recurso. Vive en la más absoluta indigencia.


La solidaridad es un bien escaso en la sociedad actual. Las diferencias entre los países desarrollados y el tercer mundo siguen aumentando cada día. Se impone organizar en nuestro mundo marchas por la solidaridad para unir voluntades. Mientras en África se lucha por sobrevivir, en Europa se lucha por tener más y más dinero sin darse cuenta de que la riqueza no consiste en tener sino en ser. La misión del Evangelio y de las cáritas nacionales y parroquiales es evangelizar un mundo que lucha por sobrevivir pero que cada día se ve más marginado. En el año 2008, Cáritas detectaba un nuevo tipo de pobreza y de pobre: ‘La familia de la clase media que pide ayuda porque no puede llegar a fin de mes’. Frente a la pobreza han surgido remedios. Cuidados paliativos que no erradican el hambre, pero la hacen un poco más llevadera. Entre estos tenemos las Cáritas, las ONGs, Cruz Roja, las conferencias de San Vicente de Paúl, Médicos sin Fronteras, las organizaciones humanitarias y los voluntariados. Organismos que desarrollan una gran labor contra el hambre pero no son suficientes.


Es necesario que en esta labor se comprometan los gobiernos y se establezcan estrategias para frenar el aumento del número de personas que sufren escasez de alimentos en el mundo, que pasaron de 850 millones en 2008 a 1.020 millones este año a causa de la crisis económica.


En la Cumbre de Roma que tuvo lugar el 16 de noviembre de este año se nos dijo que hay escasez de comida para 1.020 millones de personas, 170 millones más que hace un año. En esa cumbre, el Papa Benedicto XVI denunció el ‘egoísmo’ y la ‘especulación’ con los alimentos ‘considerados mercancías’ y ‘la diferencia entre países de diferente desarrollo’ y estableció parámetros ‘éticos, jurídicos y económicos’ para reactivar la cooperación internacional.



Te puede interesar