El Papa ha dicho que el uso del preservativo no detiene ni imposibilita el contagio del sida, pero con esta afirmación ni de lejos defendió su uso en otros casos. Lo que hace el preservativo es agravar la epidemia por haber convertido el sexo en algo a lo que le perdimos el miedo y a la vez en algo más frecuente. Se trata de un paso adelante significativo y positivo el que Benedicto XVI haya admitido el uso en ciertos casos, pero sin propagar el sida. A mí este paso dado por el Papa en la moral católica aún me parece insuficiente, pero no olvidemos que a las declaraciones del Santo Padre no hay que quitarles mérito. Se trata de un cambio revolucionario en la moral católica, pero, según algunos jesuitas, ni las palabras del Pontífice ni sus enseñanzas condenan sino reafirman la dignidad de la sexualidad. El director de un diario Vaticano dijo que la doctrina sobre el uso del preservativo cambia cuando se refiere a la propagación y a la infección del sida, pero las palabras de Benedicto XVI son el realismo de un pastor que quiere defender su grey. Nos dice también que está demostrado que el uso del preservativo está lejos de ser una solución porque no protege al 100%. Lo cierto es que contra el sida el condón pierde aún más eficacia. Sobre las cajas de preservativos debería leerse 'Fiabilidad limitada'. Hace unos años, con el lema 'Póntelo, pónselo', se nos decía que el uso del preservativo era un método seguro para no contagiarse del sida, ahora, Benedicto XVI nos dice lo contrario. La religión nunca se ha llevado bien con la ciencia. En la actualidad, entre los defensores del preservativo como método contra el sida sólo quedan los curas más fanáticos, los que están contra todo y los obsesionados por el sexo. Es una falsedad hacer apología de los métodos pseudocientíficos que están causando muertes de miles de personas. A los obispos habrá que decirles que es más importante protegerlos de la promiscuidad sexual que de la muerte por el sida, proveniente del no uso del preservativo.
Yo ,a los clérigos le diría que cada cual viva de acuerdo con su conciencia, y que recen más por los que se han alejado de la Iglesia, y para tranquilizar las conciencias utilicen argumentos científicos, que son los que no tenemos. Propondría un foro científico para analizar dónde está la separación entre la 'ciencia' y la 'fe', dado que nos movemos muchos en el mundo mediante frases hechas. Lo único que es eficaz contra el sida no es usar el condón, sino educar. Emplear la educación, la higiene y no fornicar ni alimentar la bestialidad. No podemos decir bienaventurados los que veten el condón, porque ellos con ese veto lo están protegiendo. Rouco Varela, sobre el uso del condón avalado por el Papa, aún no se ha pronunciado, o mejor, ha dicho que los obispos desoyen al Papa y atacan al condón. Bendita contradicción entre la fe y la modernidad, que en España continúa activa.
El anuncio de Benedicto XVI supuso un paso revolucionario. La OMS aplaude la postura del Papa sobre el uso del preservativo contra la infección del sida. Esta es una conducta muy propia de una iglesia que siempre va detrás de los acontecimientos, pero aun así, el paso más firme que ha dado Benedicto XVI desde el inicio de su pontificado ha sido el que estamos comentando en la lucha contra el sida.
