No ha importado la corrupción, no se ha castigado el uso partidista del aparato del Estado, no se ha tenido en cuenta las terribles consecuencias de las políticas de austeridad; inexplicablemente el PP y su candidato Mariano Rajoy mejoran notablemente los resultados electorales del 20 de diciembre. El Partido Socialista y su líder, Pedro Sánchez, contra todo pronóstico, resisten las presiones de Unidos Podemos, la deslealtad de muchos de sus barones, y sigue manteniendo sus opciones a presidir un Gobierno de cambio. Los datos de Andalucía alejan a Susana Díaz de la secretaría general del PSOE. Los resultados de UP suponen un batacazo a las aspiraciones de su líder, Pablo Iglesias, y demuestran que su estrategia de alcanzar el poder ha sido un error. Ciudadanos ha sido víctima del llamado voto útil y ha perdido el 25% de los apoyos obtenidos el 20D.
Me permito enumerar las causas de estos resultados:
1º . Reforzamiento del conservadurismo como respuestas al Brexit
2º Manipulación de las encuestas dirigidas a inducir el voto
3º Miedo sobre el futuro incierto que ofrecían los acuerdos propuestos por UP.
4º División de los dirigentes del PSOE
5º Campaña de proximidad de Mariano Rajoy dirigida al electorado conservador
6º Fracaso de la investidura de Pedro Sánchez
Se abre un futuro de incertidumbre sobre quién presidirá el Gobierno del Estado, que en todo caso deberá gobernar consensuando las decisiones con otros grupos políticos y por un período no superior a dos años.
Conclusión: la indolencia a veces gana a la soberbia.
