Opinión

Divididos, tensos y esperanzados

Se ha iniciado la campaña para el ejercicio de la hoy cuestionada -por algunos de los que se presentan- democracia representativa (votar, elegir o ser elegido), que tiene que ser compatible con la democracia participativa (expresión, reunión, manifestación), ninguna por sí sola puede suplantar a la otra, la Democracia exige inexcusablemente que las dos estén presentes, aunque últimamente en ciertos foros se actúa eliminando alguna, y la historia nos enseña a donde nos puede conducir, por ello tengamos presente lo que pensaba Jorge Santayana 'aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo'.


Volveremos a oír -están en los carteles de muchas formaciones- slogans que no recogen lo que preocupa al ciudadano de a pie, el cuál sí sabe lo que está pasando y espera que el Gobierno, oposición, y todos y cada unos de los que se presentan a las elecciones den una solución o las vías para llegar a resolver los graves problemas que le afectan. Los slogans están bien para los carteles, manifestaciones o cualquier otro tipo de protestas. Lo que ahora sin dilación necesitamos saber es que expliquen cómo cada uno devuelve la tranquilidad al ciudadano, ya que el optimismo sólo llegará cuando vea resultados concretos y positivos, cortando de una vez la sangría que nos está conduciendo al crecimiento negativo con las consecuencias que todos sufrimos, y por supuesto que no sean únicamente las recetas que se han aplicado hasta ahora. Los culpables los conocemos todos, que solucionen las cosas superando las diferencias, teniendo presente que nos estamos jugando el porvenir, consolidando una sociedad en donde se respete -no sólo en palabras y papel- la libertad y la igualdad tanto individual cómo colectiva, sin olvidarnos de la solidaridad.


Hace casi un siglo Antonio Gramsci se preguntaba '¿Por qué y cómo se difunden y llegan a ser populares las nuevas concepciones del mundo?', cuando se enfrentaba a palabras cómo “Instrúyanse, porque necesitaremos toda nuestra inteligencia. Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo. Organícense, porque necesitaremos de toda nuestra fuerza”, que recuerdan a las oídas en distintos ámbitos en los últimos años. Necesitamos políticos valientes que sepan sobrepasar su ideología y pensar en el ciudadano, sé que los hay, la sociedad necesita que den el paso en estas elecciones para que desaparezca el desencanto con algunas formaciones políticas, y se vuelva a ver a los políticos de verdad que tuviesen presente a Chesterton cuando dice 'el mundo moderno está lleno de hombres que sostienen dogmas con tanta firmeza, que ni siquiera se dan cuenta que son dogmas'.

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