Opinión

No miremos 
para otro lado

En 1979, una década antes de la caída del Muro de Berlín, el presidente Jimmy Carter perdió al aliado clave en Oriente Medio, el sha de Persia, y se instaló en Irán el régimen de los ayatolás. En la misma época, la URRS invadió Afganistán, retirándose años más tarde dejando el problema para Occidente. Y mientras, el viejo conflicto palestino-israelí sigue desestabilizando la zona. El fin de la "guerra fría" no trajo la paz, y conjuntamente con el avance tecnológico nos condujo a la "globalización" que permite conocer y visualizar lo que sucede en cualquier parte en el mismo instante, y produjo un cambio en las ideologías predominantes que no todas supieron asumir, traduciéndose en desilusión y descontento con los sistemas de gobierno, sin excluir a las democracias occidentales donde se están viviendo tendencias desestabilizadoras, con el riesgo añadido de balcanización.

Deberían preocuparnos las guerras repartidas en todos los continentes. En África: Malí, Nigeria, República Centroafricana, Sudán del Sur y Libia, donde los combates entre milicias islamistas y las Fuerzas Especiales Libias están convirtiendo las calles en una tierra de nadie. Asia es un hervidero con Afganistán, Corea del Norte, Pakistán, India, Líbano, Siria de donde partió el ejército de "ideología suní" hacia Iraq creando el Califato Islámico, motivo de la movilización de milicianos chiíes que recrudecen las luchas internas; mientras, Japón, Corea del Sur y China se disputan la soberanía marítima. En Europa: Ucrania con Rusia apoyando a los insurgentes. En América: Venezuela, México, Colombia y el populismo de algunos gobiernos. Cientos de miles de muertos y millones de refugiados, las mechas incendiarias recorren el mundo.

Un paso más, USA denuncia que Rusia no cumple con lo firmado en 1987 para no desarrollar y desplegar misiles nucleares de medio alcance. Europa acuerda medidas económicas contra Rusia sin repercusión real, y los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en la VI Cumbre (Brasil) crean el Banco de Desarrollo. Espero que no sigamos mirando hacia otro lado, que actuemos con sensatez y no llegue el "temible otoño" que muchos piensan y algunos desean.

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