Acabo de enterarme de que se está programando un homenaje a Manolo Peña Rey. Como ourensano de nacimiento y que me siento entrañablemente unido a cuanto acontece en la sociedad ourensana, quiero unirme muy afectuosamente a ese merecido reconocimiento a una persona señera.
Quienes me conocen, no sólo de oídas, saben muy bien de mi afecto y reconocimiento de siempre hacia esta persona tantas veces olvidada. Y lo hago con la gratitud más sincera por muchas virtudes que le adornan, pero sobre todo por una que valoro inmensamente. Ésta es la coherencia que siempre ha mantenido Manolo Peña Rey. De pocos políticos hoy en día se puede afirmar lo mismo tanto en Ourense como fuera. Ha sido, es y seguirá siendo siempre el mismo: un hombre fiel a sus principios y a su ideología y esto es sumamente positivo.
Desde que tengo noción siempre ha sido un punto de referencia para la izquierda ourensana. ¡No se ha movido de su estilo! Tanto a nivel profesional como político siempre ha mantenido una línea y esto merece todos los elogios y homenajes. Unas pautas de servicio tanto en el Hospital como en el Ayuntamiento ha marcado un estilo. Supo pasar por puestos sin enriquecerse, algo muy a tener en cuenta en las épocas que corremos en las que son incontables los que llegan a la política y salen con grandes emolumentos.
Además tengo que darle las más sentidas gracias porque su actitud me ha hecho pensar muchas veces, llegando a la conclusión de que la izquierda, y en concreto el comunismo, es una ideología tan digna como cualquier otra. Ha logrado abrir mi mente y hacerla más universal, lo cual agradezco. En este país, en esta sociedad, mientras rehusemos caminar con personas que piensan distinto, nunca avanzaremos. Es la asignatura pendiente de la democracia española. Muchas gracias Manolo, y cuenta siempre con mi afecto y simpatía y un sentido abrazo en el día del homenaje y siempre.
