Opinión

AL FINAL DEL SACRIFICIO NOS ESPERA LA RECOMPENSA

El pasado día 11, entre otras cosas, y con motivo del recorte más duro, dijo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy: 'Al final del sacrificio nos espera la recompensa'. Evidentemente para hacer frente a unas medidas fuertemente restrictivas, aun a sabiendas de su impopularidad y con cara fea para resultados electorales, hay que echarle bemoles. Hay que echarle un valor que otros presidentes no han sabido afrontar pues la situación actual del país no es cosa de poco tiempo.


La transición política se inició con Adolfo Suárez González, que estuvo cinco años como presidente; Leopoldo Calvo Sotelo Bustelo, un año; Felipe González Márquez, 13 años y siete meses; José María Aznar López, siete años y 10 meses; y José Luis Rodríguez Zapatero, siete años y nueve meses. Ello quiere decir que los cinco expresidentes estuvieron gobernando un total de 35 años y dos meses, dejando el país en situación precaria. Todos sabemos, aun los más lerdos en cuestiones de Economía, que presupuestar es calcular el cómputo anticipado del coste y los gastos. De ahí que por parte del correspondiente ministro se calculen los ingresos que habrán de abastecer a los diversos departamentos. Si se ha calculado mal con recaudaciones inferiores a los gastos, entramos en déficit y puede suceder que en años sucesivos no se haya nivelado con más gravámenes, con más impuestos. Entiendo que lleva razón un columnista de un periódico de los de más tirada nacional al decir 'el precio político del ajuste será alto, pero infinitamente menor que el coste económico que supondría no aplicarlo'.


Pero como antes he dicho, los cinco presidentes que precedieron a Rajoy han estado ejerciendo el mando durante ¡treinta y cinco años y dos meses!, pues la situación caótica actual se viene arrastrando, y no es consecuencia de pocos días. Pues he ahí que Mariano Rajoy Brey tomó posesión como presidente del Gobierno el 21 de diciembre de 2011, o sea, hace tan sólo siete meses. Y algunos pretenden que en tan corto espacio de tiempo arregle un país heredado con sumo deterioro como desperdicio en un contenedor. Las cuentas para no tener que llegar a una crisis extrema exigen el correcto manejo de dos herramientas. Aprendiendo de Adam Smith, considerado como el fundador de la Economía como Ciencia y a Fray Luca Bartolomeo de Paciolo, inventor de la contabilidad moderna por el sistema de la partida doble.


Como anécdota hay que recordar a Pedro Solbes Mira, que después de ejercer como ministro de Economía y Hacienda durante tres años en el Gobierno de Felipe González y no recuerdo el tiempo bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, nos recomendó a los españoles que teníamos que comer 'más conejo'. En estos momentos proliferan los críticos sabiondos. Y uno se pregunta si paulatinamente el país fuera levantando cabeza, y al final del sacrificio nos espera la recompensa, ¿aparecerán las loas, las alabanzas para Mariano Rajoy o, por el contrario, si te he visto no me acuerdo? Claro que como dijo el político y literato inglés Chesterfield: 'Todo hombre busca la verdad, pero solamente Dios sabe quien la ha encontrado'.

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