Opinión

Líbrenos Dios, que si no...

Dios nos libre de un “xa foi”, y no me refiero a que puedan ganar los de Podemos dios me libre, sino a esa alarmante (in)decisión de quitarse la vida, que ni en esto somos libres por completo los humanos… Baste escuchar lo que suelen decir al respecto los deudos y vecinos del finado: “Coitado. Algo no le reguló bien por allá adentro”. 

Fiambre arriba fiambre abajo, al día se quitan la vida en España ocho personas. Una cada tres horas, como las veces que nos recomiendan comer los nutricionistas. Más de tres mil al año. ¡33.667 occisos en los últimos diez años!, esta cifra acojona más en números… ¡La rehostia!

Ah, pero este diciembre el Gobierno nos va a hacer un regalo. Consciente de que los datos son terribles (y discriminantes: 3 a 1 ganan los varones a las féminas); de que la edad más crítica es la comprendida entre los treinta y cuarenta años; de que el método más empleado es el ahorcamiento, seguido por el salto al vacío, los fármacos y el justo, sutil y poderoso veneno como diría Julio Camba. Sabedor -el Gobierno, digo- de que marzo y junio son los meses en que más muertes se producen; de que Andalucía, Cataluña y Galicia es donde más suicidios hay, y, sobre todo, de que los motivos son la baja autoestima, la falta de vínculos sociales y la desesperación ante el frustrante día a día o los desahucios; tal vez conocedor de que “juntos sumamos uno”, como escribía Mariluz Villar en este mismo diario, y de que para los de aquí “sólo queda el vértigo, el horror y el escalofrío”, nos va a hacer un regalo ad hoc a todos y todas el Gobierno… ¿Es que va a fomentar el pleno empleo?, ¡quiá!, antes las ranas criarían pelo. ¿Es que va a implementar una política social esperanzadora para los más necesitados?, ¡frio!, ¡frio! ¿Acaso va a iniciar una campaña publicitaria y llenar las radios, la prensa escrita y las TV de mensajes disuasorios?... Yo que sé, por ejemplo: “Marca antes tal o cual número, aunque solo sea para despedirte” o, “Siempre hay un motivo para no hacerlo” o, “Tío, te queremos a este lado, no jodas”…; así nos restriegue a continuación el consabido “Gobierno de España” pringao, que no te enteras... Pues no, tampoco eso… Yo he llegado a desconfiar si tendrá algo que ver el hecho que los muertos no voten; o el que no se pueda multar a los suicidas, ni a sus familiares, aunque esto seguro que lo arreglan con el tiempo… Pero en fin, descubramos ya el obsequio que nos trae papá Gobierno: “Galicia contará el próximo año con tres nuevos radares de tramo. Estarán situados en la A-8, la AG-55 y la AG-64. Y empezarán a funcionar antes de enero”…

Y no se trata de recaudar -¡ay estos gallegos, siempre tan mal pensados!-, es porque allí ya se han matado al menos… ¿dos personas quizás?... Uf, menuda escabechina... Pero no os preocupéis porque cientos, miles, tal vez millones de conductores, a despecho de su prudencia, han de pagar de ahora en adelante bien por ello... Líbrenos pues dios de un “xa foi”, que de multar ya se encargará el gobierno… Nos hablamos el próximo año, si Dios quiere. ¡Boas festas!

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