Hay muchas maneras de lavarse los dientes.
Hace poco me encontraba de viaje y no llevaba dentífrico. La recepcionista del hotel me aconsejó visitar la farmacia más cercana y, al entrar en ella, un joven de aspecto de catedrático de medicina me preguntó qué deseaba.
- Quiero pasta dental.
- ¿Es para uso personal?
Por un momento creí haber ido a dar a una tienda donde “pasta dental” fuese para pedir “marihuana”.
- Sí, es para mí.
- Entiendo. Eso significa que lo que usted necesita es una pasta multiusos.
- ¡Nada de eso! Solo la quiero para lavarme la boca.
Al parecer no me oyó y siguió diciendo.
- Tenemos 45 clases de pasta dental multiusos. Por cierto, ¿usa usted cepillo dental eléctrico o uno de esos cepillos manuales anticuados?
- Uno de esos cepillos manuales anticuados -confesé ruborizado.
- ¿Qué prefiere?, ¿el ordinario con flúor?
- Sí, por supuesto.
- Lo tenemos de raya o en cuadros.
- El de cuadros blancos y rojos.
- Vendemos esa pasta en tres tamaños: el familiar, el económico y el mini.
- Déme el mini.
El joven dio media vuelta y reapareció con una docena de minipastas dentales.
Mientras yo me precipitaba hacia la puerta, le oí decir:
- ¡También tenemos el normal!
Dando un portazo, salió tras de mí.