Tras un año y medio en el que la vida en general y el deporte en particular ha cambiado para siempre por culpa de la pandemia del coronavirus, poco a poco el fútbol más cercano va recobrando el pulso. Este fin de semana comenzó la Segunda Federación y la División de Honor juvenil con unos resultados que no fueron los mejores para el Arenteiro y el Pabellón.
Los de O Carballiño, después de una pretemporada inmaculada, cayeron por la mínima ante el Arosa en el estreno de una nueva competición que viene a ser lo que era la Segunda B, en donde los verdes no militaban desde hace 32 años. Mientras, que los de Peluso tampoco pudieron sacar nada positivo de su visita a Santiago ante el Compostela (2-1).
Todavía queda mucho y lo de menos son los resultados, lo importante es el hecho de que los torneos regresan a los terrenos de juego y con público en la grada. Estas dos ligas son la punta de lanza del escalonado regreso de las diferentes competiciones nacionales, autonómicas y provinciales.
El próximo fin de semana será el turno de la Tercera División (ahora llamada Federación) y tres serán los equipos ourensanos que lucharan en la máxima categoría del fútbol gallego. Así pues, Ourense CF, Barco y Arnoia intentarán cumplir sus objetivos en una liga que se presenta muy exigente. Una semana después, el protagonismo será para la Preferente Sur, con seis equipos de la provincia, casi nada.
Habrá que esperar a octubre para que el fútbol modesto, el del mikasa y el barro (aunque cada vez hay más campos de hierba artificial), recobre su lugar después de un año y medio encerrado en casa.
El deporte rey está de vuelta y los aficionados al fútbol estamos de enhorabuena.
