Opinión

El tan necesario público

Vuelven los espectadores a los campos de fútbol de Primera (algunos) y aumenta el aforo en otros, como en un Pazo Paco Paz que ayer colgó el cartel de no hay billetes para acoger a 1.000 espectadores en el tan importante partido ante el Canoe.

Cumplieron los de García de Vitoria, con calma y trabajo, que es lo que lleva a los éxitos, pero lo hicieron acompañados del tan necesario público, el que empuja en los momentos que el equipo más lo necesita.

¿Cuántas victorias se habrían escapado del Pazo si hubiese público? Sinceramente, creo que bastantes menos de las que se deslizaron por los dedos cobistas, aunque nunca se sabrá.

Lo que sí sé es que además del beneficio económico para las maltrechas arcas de los clubes que supone el retorno progresivo de los aficionados a los estadios y pabellones, también supone una desconexión momentánea y una evasión de una dura realidad que tiene a los habitantes de las ciudades sumidos en una especie de letargo que no puede continuar durante mucho más tiempo. Ojalá que no.

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