Opinión

Sanciones por agregar gente a un grupo de Whatsapp

Hoy en día, la mayoría de nosotros pertenecemos a numerosos, por no decir demasiados, grupos de whatsapp, los cuales suelen estar relacionados con nuestra vida social, pero también con la profesional. Y, entre estos dos ámbitos, existe un escenario mixto: aquellas actividades que para nosotros son sociales y de ocio, pero para quien las organiza y gestiona, es actividad profesional. Es precisamente este escenario, el más problemático. A raíz de la reciente sanción de 4.000 euros impuesta por la Agencia Española de Protección de Datos, AEPD, a un Club Deportivo, por agregar a un grupo de whatsapp el número de teléfono de una antigua usuaria, sin haberle requerido de su consentimiento, es a través de la cual, que analizamos cuándo y por qué podemos ser sancionados por esta conducta.

Antes de que salten las alarmas, tenemos que clarificar que únicamente podremos ser multados por agregar a alguien a un grupo de whatsapp, si lo hacemos en nuestra actividad profesional. Es decir, cuando el tratamiento de datos y la cesión de los mismos con los miembros del grupo (al compartir su teléfono, con su perfil foto, nombre de usuario…), se hace entre particulares y para una finalidad distinta de la profesional, como, por ejemplo, un grupo de cumpleaños o de amigos, no es de aplicación el Reglamento Europeo de Protección de Datos, ni la Ley española de protección de datos, la LOPDGDD, puesto que el tratamiento de datos en el ámbito doméstico está exento.

Si bien, a veces puede resultar complicado discernir cuando se trata de ámbito doméstico o profesional, por ello, respecto a este último cabe aclarar que todo tipo de empresas (autónomos, pymes), asociaciones (sin ánimo de lucro, deportivas, Comunidades de Propietarios) y Administraciones Públicas, se entienden que actúan en su respectiva actividad “profesional”, por lo que no se les aplicaría la anterior exención. Respecto a las Administraciones, matizar la prerrogativa de la que gozan ante un incumplimiento, serán sancionadas sí, pero con apercibimiento y no multadas.

En el caso analizado, la multa es significativamente elevada al producirse varios incumplimientos de la normativa.

En primer lugar, no se ostenta causa legitimadora para tratar el nº de teléfono de la usuaria y, en concreto, no se cuenta con el consentimiento expreso de la misma, el cual sería necesario para llevar a cabo esta acción (que un sujeto en su actividad profesional agregue el teléfono de una persona a un grupo de whatsapp sobre la referida actividad).

En segundo lugar, en el caso concreto, la reclamante era antigua usuaria (hace 10 años) del Club Deportivo por lo que, éste también incumplió el plazo de conservación de los datos y el principio de finalidad, al no ser la misma con la que fueron obtenidos en su momento.

En tercer lugar, se vulnera la confidencialidad existente entre la usuaria y el Club, al ceder sus datos a los demás miembros del grupo, suponiendo una difusión de los mismos (dependiendo del volumen).

Y, en cuarto lugar, todo ello, supone un incumplimiento de las medidas de seguridad óptimas y exigidas en la conservación y tratamiento de los datos.

Podemos concluir que, para que una empresa, asociación, Club deportivo, Comunidad de Propietarios, etc., nos agreguen a un grupo de whatsapp, es necesario que recaben nuestro consentimiento expreso.

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